La necesidad estratégica de los países por asegurar para sus compañías la producción de chips con procesos litográficos avanzados ha hecho que los gobiernos de medio mundo se lancen a subvencionar la construcción de fábricas en sus territorios. En unos casos haciendo inversión directa de I+D+i en litografías y maquinaria de fabricación como es el caso de China, y en otras simplemente asegurando terrenos y exenciones fiscales. En el caso de Alemania, lleva persiguiendo a TSMC un tiempo para crear una fábrica en su territorio y parece que la presión empieza a surtir efecto.
El director ejecutivo de la compañía taiwanesa, Mark Liu, ha indicado que están en la etapa preliminar de revisión de la viabilidad de crear una fábrica en Alemania. Lo cual ya es un paso importante teniendo en cuenta la cantidad de proyectos de expansión que TSMC tiene abiertos. La decisión final tendrá que ver con la cantidad de clientes de la Unión Europea y específicamente de Alemania que estén interesados en fabricar en la región, las ganas que tengan de invertir en la fábrica, lo que esté pensando en invertir el Gobierno de Alemania así como otros gobiernos de la UE.
El problema de fondo es que no hay tantos diseñadores de chips en Alemania y el resto de la UE que necesiten un diseño puntero de TSMC como para justificar la construcción de una planta en la región. La mayoría de los diseñadores punteros son de EUA y la región de Asia, por lo que TSMC tendrá que hablar sobre el tamaño de la fábrica y la inyección de dinero que recibirá de terceros para compensar. También hay otros aspectos a tener en cuenta, como la capacidad de testeo y encapsulado de chips de la región que sería necesario para dar apoyo a las operaciones de la fábrica.
Vía: Tom's Hardware.