Poco a poco se va asentando la polvareda dejada por los confinamientos y restricciones de la pandemia y eso significa un menor gasto en electrónica y mayor en viajes y restauración en general. Por eso los estudios que están apareciendo en las últimas semanas apuntan a que el precio de los componentes va a ir bajando mes a mes, aunque quizás no tanto como muchos querrían. Si bien en este tercer trimestre el precio podría subir algo más según los datos de TrendForce —entre un 3 % y un 8 %—, parece que en el T4 el precio podría bajar hasta un 5 %.
De momento no compensará el fuerte aumento del 25 % del segundo trimestre, y pasarán varios trimestres más hasta que el precio baje a los de prepandemia. Los precios bajarán tanto para los contratos para los grandes clientes como para los pedidos puntuales, que estos últimos son los que suelen subir mucho más en tiempos revueltos. De hecho, el exceso de producción de DRAM actual podría forzar una rápida bajada de las compras puntuales de módulos de memoria y su precio en tiendas. Pero «rápida» es una palabra a coger con pinzas teniendo en cuenta la coyuntura sanitaria y económica.
Esa bajada de precios también afectará a los de la memoria gráfica, como la GDDR6, durante el cuarto trimestre del año. En este caso son también los precios de contrato de memoria y no compras puntuales, ya que los precios puntuales de la memoria gráfica seguirán subiendo en el cuarto trimestre del año. Aunque todavía no ha terminado de reventar la criptoburbuja, es de prever que lo hará antes de final de año y eso forzará a la baja los precios de la GDDR6 y otras memorias gráficas.
Vía: TechPowerUp.