NVIDIA ha distribuido una nueva versión de sus controladores GeForce, la número 496.13 WHQL, y en esta ocasión hay un aligeramiento en sus características ya que elimina la compatibilidad con ciertas tarjetas gráficas y sistemas operativos. De entrada esta versión no se puede usar con las tarjetas gráficas con una GPU de arquitectura Kepler, lo cual incluye modelos como la GTX 650 Ti a GTX 690, y de la GT 730 a la GTX 780 Ti. Son modelos de hasta hace unos nueve años, por lo que están a estas alturas bastante obsoletas.

Por otro lado, los únicos sistemas operativos compatibles son Windows 10 y Windows 11, eliminando así las versiones 7, 8 y 8.1. Es una buena criba por parte de NVIDIA para reducir el tamaño de los controladores y las cosas a tener en cuenta durante su testeo. Por último, estos controladores solo se proporcionan en formato DCH, un acrónimo de declarativo, componentizado y aplicación asistida por hardware. Es una forma de desarrollar los controladores para Windows de manera que son compatibles con la plataforma universal de Windows (UWP), una forma más moderna, segura y estandarizada de crear programas (y juegos) distinta a la tradicional Win32.

Esta versión también optimiza el funcionamiento de Back 4 Blood, Baldur's Gate 3 y Crysis Remastered Trilogy todos con DLSS, también para The Riftbreaker y Sword and Fairy 7, actualiza el DLSS para Shadow of the Tomb Raider, Rise of the Tomb Raider y Chivalry 2. Adicionalmente corrige varios errores en la RTX 3080 con el monitor Odyssey G70A de Samsung, un problema con los monitores con la GTX 960 tras salir de hibernación o reposo, y otros varios con Vulkan y Windows 11.

Vía: TechPowerUp.