De momento Intel solo ha dado el visto bueno a la venta de placas base con el chipet Z690 para los procesadores Alder Lake a la espera de que lleguen los modelos más baratos de la serie Core de 12.ª generación junto a chipsets que conformarán placas base más baratas. Porque el precio de las Z690 es disparatado, de 200 euros para arriba. Sea como sea, el chipset más generalista sería el B660, pero a diferencia del Z690 podría conformar placas base sin acceso a PCIe 5.0.
La posibilidad está abierta por la recepción de una placa base Z690 en una caja para una placa base PRIME B660-Plus D4 en la que se indica que solo tiene PCIe 4.0. No se pueden sacar muchas conclusiones al respecto, porque podría ser un mero error o algo que apunte a que estas placas base serán bastante más baratas porque carecen de PCIe 5.0. Incluso podría haber mezcla, placas B660 con PCIe 4.0 y con PCIe 5.0. La diferencia actual de rendimiento real de cara al usuario entre una y otra versión es nula, porque ni siquiera la hay entre PCIe 3.0 y PCIe 4.0.
Los canales PCIe 5.0 salen directamente del procesador, no del chipset, pero la electrónica necesaria para alcanzar la estabilidad a las frecuencias de PCIe 5.0 es sustancialmente más cara como demuestran las Z690. Tampoco lo vería mal si eso significara que se pudieran conseguir placas B660 buenas sobre los 120 euros como las actuales B560, porque la PRIME Z690-Plus D4 de ASUS cuesta 240 euros y la equivalente de la 11.ª generación, PRIME B560-Plus, sobre los 120 euros. Lo que sí descartaría es que las placas base de chipset H610 vayan a tener PCIe 5.0.
Vía: Hot Hardware.