Intel ha llegado al CES 2022 con una colección ingente de procesadores. A los 28 modelos anunciados para portátiles englobados en los Alder Lake (Core de 12.ª generación) se le unen otros 22 modelos para equipos de sobremesa, que se unen a los seis que ya había orientados a overclocking. Abarcan procesadores Core, Pentium y Celeron, así como modelos de bajo consumo de solo un consumo base (PL1) de 35 W, aunque el máximo (PL2) se puede ir a los 106 W en el caso del Core i9-12900T anunciado.
A continuación tenéis los listados de procesadores nuevos. Lo más interesante es el precio, porque por el aumento de potencia que suponen frente a los equivalentes de la 11.ª generación merecen bastante la pena. Por ejemplo, el Core i5-12400F de seis núcleos P que vendría a ser como el Ryzen 5 5600X cuesta solo 167 dólares. Es el PVPR, porque el PVP dependerá de la demanda. Muchos estaban esperando a estos procesadores, por lo que podría ser bastante elevada. Además de que, a diferencia de AMD, Intel ha renovado desde el Celeron G6900 de apenas 42 dólares, por lo que hay para todos los puntos de precio.
Estos procesadores llegan con nuevas refrigeraciones de serie como se venía rumoreando. Son tres modelos (RS1, RM1 y RH1) de diseño laminar, dos de ellos con iluminación RGB incluida. Aparentemente el RH1 que llegará con los Core i9 será bastante silencioso, pero ya se verá en qué queda la cosa en un uso real. Es bastante alto y tiene bastante disipador respecto a los otros dos.
Tienen acceso a lo habitual de los Alder Lake: DDR5-4800 o DDR4-3200, PCIe 5.0, unidad gráfica Xe salvo en los de sufijo F, y un consumo que irá de los 46 W de PL1 a los 65 W, y de los 89 W de PL2 a los 202 vatios.
Junto a estos procesadores llegan nuevos chipsets y por tanto un aluvión de nuevas placas base. Son tres chipsets los que llegan, los habituales H610 (económico), B660 (generalista) y H670 (profesional). El Hx70 de las últimas generaciones no ha sido nada interesante pero en este caso puede ser por la cantidad de canales PCIe que incluye, doce PCIe 4.0 en lugar de seis como el B660.
Eso significa que puede tener más almacenamiento PCIe 4.0 en la placa base, lo que haría menos necesario saltar al chipset Z690. Aun así, conformará placas base bastante caras. También permite RAID 0/1/5 con almacenamiento PCIe a diferencia de los H610 y B660, y más conectividad USB.