La Unión Europea ha dado los primeros pasos para aprobar la Ley Europea de Semiconductores o «ley de chips» que moverá una inversión de 43 000 millones de euros para investigación, fabricación de chips y mecanismos para anticiparse a futuros problemas de suministro. Lo hará con una colaboración público-privada además de con subvenciones. De los primeros en felicitar a la UE ha sido el Gobierno taiwanés, recordando la buena sintonía en este terreno entre ambas regiones.
Taiwán cree que hay un enorme margen de colaboración con la UE para la reestructuración del sector tras la pandemia. El país cuenta con la mayor empresa de fabricación de semiconductores, TSMC, y esta depende de la maquinaria de la UE a través de ASML, por lo que una colaboración entre ambas regiones sería muy beneficiosa para los intereses de ambos. Taiwán está tan interesada como la propia TSMC en que se expanda tanto y tan rápido como sea posible. Las subvenciones de la UE podrían ser un buen aliciente para ello.
Otras empresas están mirando a la Unión Europea para expandir su producción. Intel quiere establecer una fábrica en el interior de Europa, probablemente en Alemania. Otras empresas están buscando incentivos para levantar una nueva fábrica en la región, y la ley de chips podría ser lo que permitiera que dieran el paso, como es el caso de TSMC, GlobalFoundries o incluso Samsung.
Vía: Tom's Hardware.