Intel ha anunciado el NUC 13 Extreme, el cual ya se aleja totalmente de ser un mini-PC a ser una minitorre. Con un tamaño de 318 mm × 129 mm × 337 mm (14 L), ya se aleja mucho del NUC 12 Extreme, su predecesor que tenía un volumen de 8 L. Prácticamente le duplica el tamaño y no lo veo tan interesante, aunque aun así lo sea. No hay equipos de este tamaño que puedan incluir en su interior un Core i9-13900K.
Las otras opciones de procesador son un Core i5-13600K y un Core i7-13700K, por lo que en cuanto a CPU va sobrado de potencia. Se acompañará de hasta 64 GB de memoria DDR5 en formato SO-DIMM, y también incluye tres ranuras M.2 2280 con conexión PCIe 5.0. Hay una ranura PCIe 5.0 ×16 para una tarjeta gráfica, aunque no haya ninguna con este tipo de conexión.
La fuente de alimentación es de 750 W con certificado 80 PLUS Gold (una FSP750-27SCB), con tres conectores PCIe de ocho pines y otro de dieciséis pines (12VHPWR). En teoría se puede poner una tarjeta gráfica de hasta 450 W de consumo. Hay Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.3, un RJ-45 de 2.5 Gb/s, seis USB 3.1, un HDMI 2.1, dos USB 3.0, un USB 3.2 y dos Thunderbolt 4.
Como los anteriores modelos, el elemento de cómputo es intercambiable si Intel vendiera sustitutos para no tener que cambiar la caja. Este elemento incluye una refrigeración muy superior, de ahí en parte el aumento de tamaño de la caja, pero también para hacer hueco a una tarjeta gráfica más grande, de tres ranuras, y de mayor consumo.
La tarjeta gráfica y el elemento de cómputo se pinchan a ranuras PCIe de una tarjeta puente instalada en la caja como es habitual en estos NUC. No hay precio, pero Intel ofrece tres años de garantía, que desde el 1 de enero de 2022 es obligatoria en la Unión Europea por lo que no hay nada novedoso.