Suelo usar teclados compactos en el día a día pro una cuestión de comodidad y para minimizar el espacio en el escritorio. El teclado numérico no me sirve, por lo que siempre puedo prescindir de él. Pero necesito el resto, principalmente los cursores. De ahí que modelos como el Vulcan II Mini de ROCCAT de este análisis me parezcan tan interesantes, ya que es compacto con cursores, que vendría a ser un teclado del 65 %. Si le añades un buen aspecto e iluminación ARGB, de entrada parece un buen modelo optomecánico.
Videoanálisis
Desembalado
Como es habitual en Roccat, el Vulcan II Mini llega en una caja negra en cuya portada incide en tres cosas: que son interruptores ópticos, que es de 65 %, y la iluminación, que es el primer teclado del mundo con dos ledes por tecla —aunque solo sea en algunas de ellas—. También se ve que tiene la disposición estadounidense, y es con la única en la que está disponible. Eso sí, el teclado que he recibido es negro pero también se vende en blanco, que viendo modelos anteriores de Roccat me resulta una estética más interesante. Por la parte trasera abunda en estas características.
El teclado descansa en la caja recubierto de una bolsa de plástico, debajo del cual está el habitual libreto de instrucciones, garantía e información de contacto. También se puede ver por encima del teclado un cable USB tipo A a USB tipo C de 1.8 m de longitud y recubierto de tela trenzada de buena calidad.
La primera sensación al coger el Vulcan II Mini es de que es un teclado ligero y muy pequeño, pero al que no le falta de nada. Cuando se conecta al PC y se enciende la iluminación le da una componente visual muy potente. Eso sí, las teclas con un segundo led son aquellas con modos alternativas, como las numéricas o las que se combinando con la FN para atajos adicionales. Además, las teclas son de media altura, lo que deja ver más luz entre las teclas lo que lo refuerza aún más. Tiene buena calidad de fabricación, con un bisel —corte oblicuo en el canto; usar bisel como sinónimo de 'marco' es incorrecto— que mejora el aspecto.
La estructura está hecha íntegramente de plástico, pero no echo en falta que tuviera una plancha superior de aluminio. Es un teclado rígido durante su uso. En la parte inferior tiene dos amplias gomas que permiten fijar el teclado para que no se mueva durante el tecleo, pero tampoco evita que se pueda mover fácilmente empujándolo un poco más. Hay dos patas que permiten el ajuste en dos alturas adicionales. No me parece un teclado alto, y de por sí tiene ya una cierta inclinación, pero en mi caso he encontrado más cómoda la segunda posición que permite ajustar las patas.
Como buen teclado del 65 %, y a pesar de que no incluye teclas de función, sí que tiene tecla FN a combinar con otras para control multimedia o para hacer de las teclas de número unas teclas de función. Se puede controlar el brillo del teclado o desactivar totalmente la iluminación. Hay una columna de teclas adicionales a la derecha, incluidas las de suprimir, inicio, avance y retroceso de página.
Características
La sensación de teclado pequeño es estupenda para los que preferimos minimizar lo que tenemos en el escritorio. Los teclados extendidos me resultan excesivamente grandes. Este tiene un tamaño de 324 mm × 116 mm × 31 mm y pesa apenas 500 g por lo que se nota muy ligero, además de ser fácilmente transportable.
Los interruptores incluidos son ópticos con sensación mecánica, por lo que se les suele llamar también optomecánicos. Son de tipo Titan II ópticos de Roccat en su versión roja, por lo que son lineales, en este caso con el punto de actuación a 1.4 mm y con un recorrido total de 3.6 mm, precisando de una fuerza inicial de 45 gF. Tienen cierta retención al final del recorrido que evitará golpear continuamente la base del teclado, pero no modifican el hecho de que sean lineales.
Vulcan TKL Pro de ROCCAT | |
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Dimensiones | 324 mm × 116 mm × 31 mm |
Peso | 500 g |
Conexión | Cable USB |
Cable | 1.8 m, retirable, toma USB tipo C |
Interruptores | Titán II ópticos rojos de ROCCAT |
Disposición de teclado | Inglés (modelo analizado) |
Detección individual de teclas | Sí |
Muestreo | 1000 Hz |
Perfiles | 5 |
Extras | iluminación RGB por tecla, algunas con dos ledes |
PVPR | 149.99 $ |
Dan muy buena sensación de tecleo y me he acostumbrado rápido a ellos, casi sin errores después de un rato de ponerme con él, aunque no me acostumbro al intro en una sola línea del formato estaounidense. La superficie de las teclas está ligeramente curvada y son bastante suaves, lo cual favorece la pulsación, aunque se nota que están marcadas usando un vaciado de surcos que solo se nota ligeramente al pasar los dedos sobre su superficie.
El teclado dispone de seguidilla completa (n-key rollover), por lo que captura perfectamente cualquier número de teclas que se pulsen a la vez. Al pulsarlas hacen poco ruido, el propio del resorte que las devuelve a su posición inicial y el de los dedos aporreándolas, sin clic sonoro adicional ni nada por el estilo. Suenan bien, dando la misma sensación de un teclado mecánico a pesar de integrar interruptores ópticos.
Programa de configuración
El programa de configuración de ROCCAT se llama Swarm y lo considero de los mejores del mercado. Los periféricos se actualizan a través de él y se pueden gestionar todos los de la compañía, descargándose perfiles cuando se conecta un nuevo producto. También da acceso a varios perfiles de ajustes que se pueden guardar directamente en el teclado.
Desde Swarm se puede controlar la iluminación del teclado, aunque se puede hacer en parte desde el propio teclado con la tecla Fn. Hay opciones para crear y gestionar macros, asignar atajos de teclado mediante la opción de Easy-Shift, una tecla que da acceso a un segundo nivel de atajos, etc. Es un programa muy completo que siempre encuentro fácil de usar, aunque también siempre digo que deberían darle un repaso a la traducción al español.
Pequeño y de buen funcionamiento
Puesto a mirar un teclado mecánico (u óptico) de pequeño tamaño prefiero centrarme en los de 65 % como el Vulcan II Mini. Incluyen una columna adicional de atajos y los cursores, sin los cuales se hace cuesta arriba trabajar con estos teclados. Pero si bien hay modelos con las teclas de función incluidas, los orientados a jugones suelen prescindir de ellas, lo que en mi caso les resta utilidad: no se puede hacer un simple Alt más F4 para cerrar rápidamente una ventana o aplicación.
Si bien no es un teclado que usaría en mi día a día, es un modelo para jugar y en eso es excelente. Los interruptores ópticos que incluye son precisos y, como es normal en ROCCAT, el apartado visual es excelente. Me gustan mucho los teclados que está haciendo en los últimos tiempos, prefiriendo además los modelos en blanco y plata que quedan bastante más bonitos. El negro al final es para escritorios más discretos.
El programa de configuración es sencillo y va al grano, aunque como siempre digo tienen que darle un repaso a la traducción —eso de poner «espagnol» en lugar de «español» es motivo para ponerlo en inglés—. Se configuran bien las macros, y el modo alternativo EasyShift es igualmente útil. Siendo ligero y fácil de transportar, la otra queja que pongo siempre es que solo está con la disposición estadounidense, lo cual es habitual en estos teclados pequeños.
Puntuación
8.9
sobre 10