Google está llegando a trompicones a la fiesta de las inteligencias artificiales con un producto que está por detrás de lo que OpenAI ofrece con ChatGPT, de lo cual se beneficia Microsoft y su buscador Bing. Pero los planes de la compañía no solo pasarían por usarlo como motor de búsqueda sino que, como es obvio para este tipo de IA, estaría planeando extender su uso a más ámbitos dentro de Google. Esa IA, llamada Bard, sería la sustituta del Asistente de Google dentro del ecosistema de Android.
La compañía estaría reorganizando los equipos encargados de su Asistente para abrazar a Bard, principalmente en la dirección, con ceses y salidas amigables de la empresa o a otros puestos dentro de ella. En otros casos se ha movido ingenieros del Asistente a Bard que propiciaría una futura fusión de ambos equipos.
Hay una serie de evidencias adicionales que también apuntarían a que el Asistente tiene los días contados, como que en 2022 prácticamente no ha recibido actualizaciones de funcionamiento, tras los cinco años previos en que fueron frecuentes. Un cambio curioso es que va a dejar de ser la herramienta para establecer recordatorios en favor de una nueva apli llamada Tareas.
Google tiene planeada la transición a su IA en su buscador, aunque ha sido lanzada a prisa y corriendo tras la sorpresa del pasado noviembre de ChatGPT 3 y que realmente nadie se esperaba que fuera tan buena. Ahora que lleva ChatGPT 4 varias semanas entre el público, es una versión aún mejor, con mayor capacidad de entender el contenido de internet así como lo que se le pregunta, por lo que las respuestas están mucho más afinadas. Aunque falla, claro está, y bastante. Molesta más su tozudez al repreguntarle y por su verborrea en lugar de ir a lo concreto.
Vía: Ars Technica.