Análisis: Turtle Beach Stealth Pro Xbox review en español

Turtle Beach intenta abarcar con sus auriculares inalámbricos tanto a los jugadores de PC como de consolas, por lo que es de las pocas marcas que tiene modelos inalámbricos de calidad para Xbox. Uno de esos modelos son los auriculares Stealth Pro Xbox, que si bien suele permitirlo mediante un receptor USB, esta vez lo hace con una curiosa base que se conecta también por USB pero que permite también recargar la batería retirable de los auriculares. Añadiendo a la mezcla cancelación activa del ruido y Bluetooth, prometen ser unos auriculares muy versátiles.

Videoanálisis

Desembalado

Los auriculares Stealth Pro Xbox llegan en una voluminosa caja para hacer espacio a todo lo que contine. Nada más abrir la caja se pueden ver los auriculares en una bandeja de cartón junto con el micrófono retirable. Debajo de ella se encuentra la base de conexión y carga con una batería adicional para los auriculares, dos cables USB tipo A a USB tipo C, una bolsa afelpada de transporte, la guía de uso y una hoja de conformidad y garantía.

La conexión de estos auriculares es por Bluetooth o mediante la base receptora USB la cual tiene un interruptor para cambiar su uso entre Xbox y otros dispositivos, lo cual incluye Windows, macOS, Linux, PlayStation, o cualquier otro dispositivo de manera inalámbrica siempre que tenga un puerto USB para conectársela. Esta base tiene un puerto USB tipo C que es el que se usará habitualmente, y otro USB tipo A solo de carga.

Esa base también sirve para cargar la batería de los auriculares, de las cuales se incluyen dos, una puesta en los auriculares y otra en la base. Son baterías de 850 mAh con una autonomía algo inferior a lo habitual en los auriculares con la batería integrada, pero teniendo en cuenta las leyes que se están aprobando para que las baterías de la electrónica de este tipo sea fácilmente reemplazable, pues es algo que en los próximos años se verá más. Aumenta la vida útil de los dispositivos. La base integra iluminación en torno a ella para usarla en notificaciones: si el micrófono está silenciado (rojo), si la conexión usada es la de 2.4 GHz (verde estático), etc.

Los Stealth Pro Xbox son circumaurales cerrados con el habitual modelo de diadema con un buen acolchamiento forrado de cuero sintético, siendo un diseño en la línea del estilo de Turtle Beach. Es una estética más jugona que juega en su contra, pero con su estructura de metal me dan una buena sensación de construcción.

Se sujetan haciendo pinza. He notado cierta presión, pero eso no me ha impedido llevarlos durante cinco o seis horas segudas hasta que me han empezado a cansar. Probablemente la decisión de diseño tenga que ver con que son pesados, en torno a los 400 g, y es el problema a la hora de que el peso se sustentara solo en la diadema. Las copas se pueden ajustar bien en dos ejes, y la diadema permite extenderlas, aunque no mucho. Se puede ver que hay marcas de guía.

Las almohadillas de las copas son gruesas y bastante cómodas, con espuma y forradas de cuero sintético de buena calidad. Aislan pasivamente hasta un nivel decente, pero sin hacer milagros. Pueden dar un poco de calor, lo cual podría ser más problemático en verano, pero no es algo que pueda valorar ahora en otoño. En la copa izquierda hay una tapa de fijación magnética que al quitarla deja ver la batería retirable de 850 mAh. En esa copa también está la toma para el micrófono flexible y retirable.

En la copa derecha están todos los controles, empezando por la propia superficie externa que al girarla sirve para subir y bajar el volumen. En el medio tiene un botón para activar y desactiva la cancelación activa de ruido (ANC). También hay otros tres botones para reproducir, sincronización Bluetooth y para cambiar entre la conexión con el receptor USB y la Bluetooth, las cuales pueden estar establecidas simultáneamente. Por último se puede ver la toma USB tipo C para recarga y datos como por ejemplo la actualización del firmware.

Características

Los Stealth Pro Xbox tienen unas buenas características técnicas, teniendo en cuenta que está orientado al sector jugón. Sus transductores de 50 mm de neodimio tienen una respuesta en frecuencia entre los 10 Hz y los 22 000 Hz, con una impedancia de 32 ohmios. Tienen conexión Bluetooth 5.1, así como la inalámbrica de la base en la banda de los 2.4 GHz, por lo que se puede usar en todo tipo de dispositivos, lo cual los convierte en unos de los auriculares más versátiles del mercado para consoleros y peceros.

Tiene dos micrófonos distintos a usar. Los integrados son omnidireccionales, y aunque cuentan con una reducción de ruido decente, la voz suena alejada y ligeramente enlatada. Es el que se usaría por la calle o en casa cuando se están usando los auriculares por Bluetooth.

El otro micrófono, retirable y flexible, es batante mejor, con una grabación de audio bastante más nítida y con cierto ruido de fondo, aunque la falta de espuma hará que grabe bastante cosas como bufidos o la propia respiración. Sería el que los jugones usarían en sus partidas, sobre todo para aprovechar la baja latencia de la conexión de audio por el receptor USB, aunque también se puede usar mediante Bluetooth. En ambos casos tiene la misma calidad.

La conexión Bluetooth tiene una latencia contenida por lo que no he apreciado retardos significativos al reproducir vídeos o jugar. Eso la situa por debajo de los 200 ms en Windows, que es el punto en el que se hace evidente que hay cierta desincronización entre lo que se ve y lo que se escucha. Es un apartado que no me ha dado problemas porque mayormente los he usado por Bluetooth, pero los más tiquismiquis pueden usar el receptor USB en Windows. En dispositivos móviles la latencia del audio por Bluetooth es bastante inferior. Cero problemas al usarlo con móviles Android e iOS.

En cuanto a la calidad del audio, con la ANC activada, es bastante buena aunque no tiene una respuesta en frecuencia plana, y tampoco se le puede pedir a unos auriculares para jugones. Por su orientación, los graves están potenciados, notándose bastante en canciones machaconas, siempre comparándolo con el sonido de unos QuietComfort 35 II de Bose, que aunque no tienen un sonido totalmente neutro, y pocos auriculares lo tienen, tienen una reproducción de sonido muy buena con ANC.

Las propias copas con su acolchamiento hacen un buen aislamiento exterior, por lo que no suele escucharse el sonido desde el exterior salvo que se pongan especialmente altos, por encima del 60-70 % del volumen máximo, lo cual para los oídos no es especialmente bueno. Pasivamente también atenúan bastante más de lo habitual en unos auriculares el sonido externo, pero no hace milagros. La pega es que me han dado un poquito más de calor que los que uso habitualmente.

Las frecuencias altas también se notan algo desplazadas, aunque suenan bien, mientras que las medias me da la sensación de que están ligeramente atenuadas; se nota más con unos cantantes que con otros, pero no he notado que den una mala experiencia musical. Se puede mejorar con la ecualización proporcionada a través del programa de configuración Audio Hub v2 de Turtle Beach y que comento en el siguiente apartado.

Sobre la cancelación activa de ruido, no es la mejor del mercado que es bastante resultona. Hace bien su función, y al activarla se refuerzan algo más los graves, que sería como la mayoría de usuarios utilizarían los Stealth Pro. Tapa bien los graves profundos y va perdiendo calidad hacia las frecuencias medias y tapa menos las altas.

Pasando a hablar de la autonomía, es la habitual en este tipo de auriculares. Dejando los auriculares reproduciendo música variada (pop, rock, baile, metal, rock duro) a aproximadamente un 30 % de volumen con la conexión Bluetooth, la batería ha durado en torno a las veinticinco horas y por tanto es buena. Con el receptor USB es bastante menor, ya que ronda las diez a doce horas, por lo que la batería adicional va a ser una buena aliada para los que los vayan a usar en Xbox.

Programa de configuración

La configuración de los Stealth Pro Xbox se realiza a través de Audio Hub v2 de Turtle Beach, la cual es una aplicación disponibles para Windows, macOS, Android e iOS. Lo primero a hacer al abrir la aplicación será una actualización del firmware tanto de los auriculares como de la base, lo cual llevará unos diez minutos en finalizar.

Para configurar los auriculares deben estar conectados por cable o a través de la inalámbrica de la base. Lo primero que muchos querrán cambiar, y que no se puede hacer desde los propios auriculares, es desactivar la monitorización del sonido alrededor del usuario. Está activada por defecto y al final produce un cierto eco por el retardo que moelsta mucho, además de que obviamente hace que no amortigüen nada de nada. Turtle Beach tendría que permtir que se cambiara desde los auriculares.

La aplicación es sencilla pero bastante efectiva, concentrando los parámetros de los auriculares y el micrófono en una sola pantalla. Se puede optar por una ecualización sencilla en tres bandas —siempre es una opción indeseable—, se puede cambiar la mezcla entre el sonido reproducido de por ejemplo un juego y la voz de chat, se pude activar la cancelación activa de de ruido —que tiene un ligero impacto en la calidad de— y regular su efectividad, y diversos parámetros del micrófono —puerta de ruido, sensibilidad, volumen de monitorización—, así como activa el «oído sobrehumano» característico de los productos de Turtle Beach.

La siguiente pestaña, 'ecualizador', es la opción adecuada para los que quieran modificar el perfil de sonido de los auriculares. Es un ecualizador en diez bandas, por lo que es bastante mejor que el de tres bandas para evitar un efecto arrastre de frecuencias cercanas que no se quieren modificar. Luego hay un apartado de 'personalizar' que permite cambiar el volumen de las notificaciones por voz o los tonos de notificación, y remapear las funciones de la rueda y botón de la copa derecha.

No soy amigo de la ecualización, pero en unos auriculares para jugar suele ser necesario tocar un poco algunos frecuencias. Me centraría en reducir unos 3 o 4 dB las frecuencias las bandas de 63 Hz y 125 Hz en Audio Hub v2, subir 3 o 4 dB las de 250 Hz, 500 Hz y 1 kHz, y bajarlas un poco a partir de los 8 kHz. La diferencia se va a notar muchísimo y los pone más en la línea del sonido de los QuietComfort 35 II de Bose que uso habitualmente y que tienen un sonido más neutro que estos. No es una gran solución, pero da un sonido más natural para los que escuchen música.

El programa es muy sencillo, con mucha configuración a cambiar en solo tres pestañas, pero está bien organizada. Quizás la fuente de letra sea un poco pequeña, porque no se puede reescalar la ventana —al menos en macOS—, pero es una aplicación que me ha dado una impresión muy positiva.

Buena calidad y versatilidad para consoleros y peceros

Turtle Beach ha mejorado bastante en el diseño de sus auriculares en los últimos años, sobre todo para darles una sensación menos plasticorra de la que pecan sus modelos más baratos. En el caso de los Stealth Pro Xbox, tienen una buena calidad de construcción con un aspecto que encuentro adecuado para el sector jugón al que están dirigidos. Algunos encontrarán el diseño un poco barato para lo que cuestan, pero eso podría ser así si fueran unos auriculares generalistas, lo cual no son.

A pesar de que se quedan en el sitio haciendo pinza en torno a las orejas en lugar de reposar sobre la cabeza, que también un poco, no se notan especialmente pesados y se pueden llevar durante varias horas seguidas sin que cansen. Pero con el peso que tienen, terminarán cansando. En mi caso tres unas cuatro o cinco horas de llevarlos puestos he necesitado cierto descanso —mayormente porque me empezaban a molestar las patillas de las gafas—, pero salvo para los jugones más viciados me parece una cantidad de tiempo razonable. Me resultan cómodos, las gafas no me han molestado en ningún momento, pero esto como siempre es algo subjetivo porque otros usuarios podrían encontrarlos incómodos. Ocurre con todos los auriculares.

En cuanto al sonido, es el fuerte de los auriculares de Turtle Beach. Obviamente no le pido a unos auriculares para jugones que tengan un sonido neutro porque se prefiere que tengan un refuerzo de graves, y los Stealth Pro no son diferentes. Pero ese refuerzo, con la ANC activa, curiosamente no se centra en los graves más profundos, sino a partir de los 50-100 Hz, que es donde se suelen situar las explosiones de bombas pequeñas, granadas, etc. Por eso se notan igual de bien que en otros auriculares para juegos.

Para música la cuestión puede variar más. La música de baile o el rock pueden salir beneficiados por las frecuencias bajas que refuerza, y por la parte alta hay cierto refuerzo habitual pero que no queda mal. No será un sonido neutro, que no lo espero nunca de unos auriculares para jugones, pero la música suena de manera muy natural. Si se desactiva la ANC la respuesta en frecuencia los graves dejan de estar reforzados.

En cuanto a la calidad de los micrófonos, es bastante buena en el caso del unidireccional, escuchándose la voz muy clara y natural, pero el omnidireccional al usarlos más como auriculares Bluetooth generalistas da para lo que da. El sonido se graba bien, pero hay algo más de ruido que parcialmente se puede quitar en la aplicación de Turtle Beach, pero no hay milagros en cuanto a la calidad. Se notará la voz un poco enlatada y más alejada. Pero los jugones se presupone que usarán el unidireccional en casa, por lo que los micrófonos realmente no tienen pegas.

Puntuación