EUA está imponiendo multitud de sanciones comerciales a China con la intención de ralentizar el desarrollo de la inteligencia artificial en el país, aunque está consiguiendo espolear su independencia en el terreno de los semiconductores. NVIDIA lleva jugando al gato y al ratón con su Gobierno para seguir haciendo caja con los chinos, lo cual le ha valido un tirón de orejas de la ministra de Comercio. Pero de momento parece que sigue con sus planes de desarrollar una RTX 4090D para el país, ya que la RTX 4090 está prohibida por Biden y compañía.
Los últimos rumores apuntan a que este modelo contaría con un consumo de 425 W en vez de 450 W, y usaría un chip AD102-250, que estaría recortado frente al usado en la RTX 4090 normal. NVIDIA eliminaría de este modelo la capacidad de sobrefrecuencia, quizás para encajar en el pliego de sanciones comerciales a China. Tampoco se podría vender la RTX 4090D fuera del país, aunque el mercado gris siempre estará ahí, llámese JD o AliExpress para conseguirla si el precio es bueno.
Se pondría a la venta el próximo año, si Biden no interviene antes. Lo que ha conseguido su gobierno es que las RTX 4090 suban de precio y haya un desabastecimiento en Occidente porque las empresas dedicadas a IA las están comprando directamente a los distribuidores occidentales a un precio mucho mayor. Obviamente no las compran directamente, que lo tienen prohibido, sino a través de terceros países, pero es que este tipo de sanciones a una tarjeta gráfica de consumo son absurdas porque se pueden saltar fácilmente y solo perjudican al consumidor que no puede comprarlas, mientras que los intermediarios se forran. A falta de criptoburbuja, ahí está Biden para liarlo todo.
Vía: Videocardz.