Puede que los ventiladores de levitación magnética no hayan tenido el éxito esperado, principalmente en el apartado de sonoridad, pero es un tipo de rodamiento en el que se sigue trabajando. Los ventiladores de la serie RX RGB de Corsair, una compañía que ya lanzó productos con ellos, vienen a darle una vuelta de tuerca con sus domos magnéticos, pero también con el sistema de reducción de cableado Link de la compañía. Por eso el ventilador RX120 RGB de este análisis me parece una opción más que interesante.
Desembalado
El RX120 RGB se vende en un lote de tres unidades junto con un concentrador Link, que es básicamente imprescindible para hacer funcionar los ventiladores. También se venden por separado por si alguien quiere más de tres, o tiene ya un concentrador Link en su equipo, por ejemplo si tiene una refrigeración líquida iCUE Link de Corsair.
Ambos productos, lote y ventilador suelto, usan la habitual caja con diseño en colores amarillo y negro. Al abrir la caja de tres se puede ver un cable Link corto con tomas en 90º, otro más largo con un conector plano y otro en 90º, el concentrador Link, un cable de alimentación PCIe de seis pines para el concentrador, un cable micro-USB a cabezal USB 2.0 para controlar el concentrador, y dos bolsas de papel, una con los tornillos para instalar los ventiladores, y otra con unos enganches necesarios para unir los ventiladores unos a otros, como comentaré en un momento. El ventilador suelto incluye solo un cable corto, los tornillos y un par de enganches adicionales.
La estructura es en color negro, con un tamaño de 120 mm × 120 mm × 15 mm, aunque también está disponible en blanco. El ventilador está compuesto de siete aspas de plástico reforzadas con fibra de cristal, y los mencionados rodamientos de domo magnético. Las esquinas tienen integradas una goma para amortiguar las vibraciones simplificando el montaje.
Este modelo tiene una buena iluminación ARGB, que también se ve por dos de sus laterales, en cada uno de los cuales hay puesto un difusor de luz retirable, uno de ellos con el nombre de la compañía. El diseño y el alto brillo de la iluminación ARGB son muy vistosos.
Cada uno de los otros dos laterales tienen una toma para el conector Link y otro de relleno o pasivo. Para conectar los ventiladores, se pone un extensor de conexión Link y un relleno pasivo, que no es más que un taco de plástico. En esa zona los ventiladores tienen imanes, que es lo que permitirá que se queden pegados. Con la suficiente fuerza como para no despegarse fácilmente, pero no demasiado rígidamente como para que sean inseparables.
El ventilador gira a entre 400 y 2100 r. p. m. Mueve un caudal de 17.84-126.07 m3/h (10.5-74.2 CFM) con modo parada cuando no se le necesite, y tiene una presión de 0.12-4.38 mmH2O. Hace un ruido 10-36 dBA, aunque como siempre dependerá de cómo lo haya medido la compañía. En la realidad, a máxima velocidad he podido medir unos 41 dBA con los tres ventiladores, sin molestas componentes agudas.
Los tornillos para los ventiladores son de cabeza Philips, pero de inserción rápida, por lo que con apenas una vuelta de atornillador entran totalmente. La instalación del concentrador Link es bastante sencilla. Es una pequeña caja negra, con una toma link en dos lados, y en la parte inferior hay una toma de alimentación, otra micro-USB que irá a la placa base, y otras de dos pines para un cable que no viene con estos ventiladores porque es para una refrigeración líquida.
Pruebas
Para las pruebas he usado un equipo con una caja H7 Flow de NZXT, un Core i7-12700K y una RTX 4090 de PNY, instalando tres de estos ventiladores para poder comparar su rendimiento con el de los AF120 Slim de Corsair que tenía instalados últimamente, junto con una refrigeración Liqmaxflo 360 de Enermax.
Lo primero que hago con los ventiladores de las cajas es ir al BIOS y configurar manualmente al menos los ventiladores frontales. Suelen ser de los que molesta más el ruido por la cercanía al usuario, y más en cajas con frontal enrejillado como la H7 Flow. En las curvas de funcionamiento, normalmente ligadas a la CPU, lo que busco es la velocidad a la que los ventiladores no hacen ruido.
En el caso de este ventilador RX120 RGB, eso ocurre a unas 700 r. p. m. de las 2100 r. p. m. que alcanza. Se pueden subir 200 r. p. m. haciendo solo un pelín de ruido —muy muy de fondo, y pasa desapercibido—, o hasta las 1100 r. p. m. con cierto ruido, pero bajo aunque se notará si se presta atención —si se está concentrado en algo, pasará igualmente desapercibido—. A máxima velocidad estos ventiladores generan unos 45 dB —los tres juntos— medido a un metro de distancia con la tapa lateral puesta.
Para las pruebas, primero he probado los ventiladores en Cinebench R23 con la caja cerrada, ejecutando la prueba de diez minutos con un consumo del equipo sobre los 260 W, y con una temperatura ambiente es de unos 25 ºC. Con este montaje el procesador alcanza los 65-67 ºC (∆41 ºC) con la refrigeración de la CPU a unas 1500 r. p. m. El ruido está por debajo de los 32 dB. Por comparación, con los AF120 Slim la temperatura se queda en unos 70-73 ºC (∆47 ºC) con los ventiladores a unas 1250 r. p. m., por lo que la diferencia es importante y fuera del margen de error.
Pasando a los juegos, que cargan mucho menos una CPU como la del 12700K, he probado Cyberpunk 2077, momento en el que el consumo del equipo se sitúa sobre los 500 W, el doble del consumo que en el escenario anterior. Estos ventiladores hacen que la CPU se sitúe sobre los 55 ºC (∆30 ºC) con la refrigeración líquida a unas 1000 r. p. m., y la GPU sobre los 64 ºC (∆39 ºC). Con los AF120 Slim la temperatura de la CPU está a los mismos 55 ºC (∆30 ºC) mientras que la GPU está a 67 ºC (∆42 ºC) que en ambos casos los ventiladores de la RTX 4090 también funcionan al mismo 35 % de su velocidad máxima. El ruido se sitúa sobre los 32 dB en cualquier caso.
La mejora de flujo de aire es notable en cualquier caso, y hay margen de mejora si se añade algún decibelio más. Pasando los ventiladores a 900 r. p. m. la temperatura de la CPU en Cinebench R23 se mantiene prácticamente igual, un grado por debajo de media lo cual no es significativo, y en Cyberpunk 2077 se puede bajar la temperatura de la CPU y GPU en la misma cantidad, apenas un grado. Si se pasa a las 1100 r. p. m., siendo el ruido de los ventiladores muy bajo, pero se notará claramente que están puestos, la temperatura de la CPU no se mueve prácticamente, aunque en este caso, frente a usarlos silenciosos a 700 r. p. m., la GPU se mantiene claramente sobre los 62 ºC y la CPU sí que se mantiene claramente sobre los 52 ºC.
Suele ser conveniente que el ventilador trasero funcione más rápido que los delanteros para extraer más aire caliente, que al tener una refrigeración líquida instalada en la parte superior, lo que evitará es que una parte mayor del calor generado por la tarjeta gráfica pase por el radiador y por tanto que la temperatura de la CPU sea menor.
Programa de configuración
La configuración se hace a través del habitual iCUE de Corsair, que para el tema de control de sus refrigeraciones está bastante bien. Es un programa que me gusta bastante, sobre todo para la gestión de las refrigeraciones de la compañía frente a cómo se hace con el de otras marcas, aunque a la hora de configurar ciertos periféricos de Corsair deberían darle un repaso para simplificarlo. Pero en el caso de los RX120 RGB, es muy completo.
Al abrir el programa se añadirán automáticamente el concentrador y los ventiladores. En caso de que no esté actualizado el concentrador Link para usarlos, se ofrecerá a actualizarlo. Es un paso indispensable para verlos en iCUE y gestionarlos.
Los apartados de configuración incluyen la iluminación cuando iCUE esté ejecutándose, cuando no lo esté, y la gestión de la velocidad de los ventiladores. Por defecto hay tres perfiles: 'relajado', que básicamente no los activa prácticamente nunca; 'equilibrado', que funcionarán a 300 r. p. m. habitualmente o a entre 600 y 800 r. p. m. cuando se esté haciendo algo que tire de procesador; y 'extremo' que hace que funcionen a 800 r. p. m. y los sitúa a unas 1400-1500 r. p. m. con la CPU en carga completa. Esto último da como resultado un ruido de unos 37 dB, que no es molesto pero se hace presente, sobre todo porque tiene una ligera componente aguda, además de que están todo el rato subiendo mucho y bajando mucho sus revoluciones y es lo que resulta molesto. Recomiendo ajustar manualmente la curva de velocidad de los ventiladores.
iCUE permite establecer un mural, que es una forma visual de asignar efectos de color a los dispositivos compatibles. Se asigna un efecto, animación o color al fondo del mural, y se posicionan sobre el los dispositivos, que irán adquiriendo el color del fondo cuando vaya cambiando. Este apartado visual está bastante bien para crear más inmersión. El otro apartado, que me gusta más, es el de Panel, que mostrará información de los sensores del equipo. Si se instala el complemento de una placa base de ASUS, por ejemplo, también se mostrará en el mural y permitirá gestionar sus cabezales ARGB, pero también se mostrarán los sensores que tenga.
Buen rendimiento y mayor vistosidad
Los puntos fuertes de los ventiladores RX120 RGB son tres: la eliminación de los cables durante su instalación, la facilidad de controlarlos desde iCUE, y su vistosidad. Si realmente te da igual cualquiera de ellas, no necesitas pagar los 35 euros que cuestan porque hay opciones más baratas, de la propia Corsair sin cambiar de marca. Si ya tienes una refrigeración líquida Link, pueden ser un gran añadido al equipo precisamente por lo fáciles que son de añadir a un equipo. Por tanto, es un producto de nicho y no tanto uno generalista, como era de esperar.
El sistema Link está bien pensado y bien ejecutado, porque permite conectar en cascada de manera sencilla dos o tres ventiladores haciendo que solo se necesite un cable para controlarlos desde el concentrador Link. Si se tiene una disposición de dos grupos de tres ventiladores en la parte superior e inferior para una caja con refrigeración tipo chimenea, con dos cables se controlan todo. Y ni siquiera tienen que ir al concentrador, porque se podría conectar un cable de un grupo de ventiladores al otro, y este al concentrador. Lo que mejor convenga para el montaje.
Lo visual es lo otro mejor que tienen estos ventiladores, con una iluminación RGB fácilmente personalizable desde iCUE, y que se vea también desde el lateral de los ventiladores ayuda a reforzar ciertos equipos. Además su rendimiento es bueno, totalmente silenciosos a 700 r. p. m. y con poquísimo ruido a 1100 r. p. m., pero a partir de unas 1300 r. p. m. ya se hacen notar bastante. Tienen cierta componente aguda que puede resultar molesta a partir de las 1500-1600 r. p. m.
A esas altas velocidades se va a aumentar muchísimo el flujo de aire y beneficiará a equipos con las tarjetas gráficas más potentes como la RTX 4090, sobre todo a aquellos en los que no se usa refrigeración líquida, pero realmente van a funcionar a buenas temperaturas, así que por lo general los RX120 RGB permitirán hacer funcionar al equipo con bajas temperaturas sin añadir ruido adicional al equipo. Ese apartado lo cubren perfectamente.
Para equipos con tarjetas gráficas más comedidas, como una RTX 4070 —equipos que consuman en carga sobre los 300 W o menos—, son mucho más de lo que se necesitará si se tiene una refrigeración líquida. En caso de tener una por aire, con tres de estos ventiladores será suficiente para mantener un buen flujo de aire con una sonoridad mínima o nula, manteniendo la simplicidad en la gestión
Puntuación
9.0
sobre 10