EE. UU. aprobó en 2023 la Ley CHIPS que asignaba más de 50 000 millones de dólares para investigación y producción de chips. Pero teniendo en cuenta que el Gobierno está teniendo problemas a la hora de que el Congreso le apruebe gasto nuevo, los pagos prometidos a empresas como TSMC o Samsung se han ralentizado o detenido. TSMC ha incluido en su memoria económica de 2023 que, pese a ello, ha conseguido subsidios en otros países que ascienden a 1500 M$ en los dos últimos años.
Esos países son China y Japón, que han inyectado el dinero en dos de sus filiales, JASM y TSMC Nankín. Estos Gobiernos están poniendo cero pegas a la hora de asignar los fondos, aunque solo sea por la menor burocracia que tienen frente a la de EUA en este terreno. La inversión se centra en la compra de equipamiento, cubrir costes de producción o construcción de fábricas.
Japón ha asignado recientemente 5000 M$ para que TSMC, a través de JASM, construya una segunda fábrica en el país junto a Sony, DENSO y Toyota, estos como inversores minoritarios que se reparten el 14 % de la fábrica. El dinero de Japón y China está llegándole en tiempo y forma, cuando en la construcción de su planta en Arizona todo están siendo problemas, y no solo de recibir la subvención de EUA, sino también con los sindicatos o de suministros.
Vía: Tom's Hardware.