La conferencia de NVIDIA de la Computex ha sido soporífera porque Jensen Huang se ha centrado en automasajearse y darse muchas palmaditas en la espalda por lo bien que lo está haciendo la compañía. Esto último no se le puede negar porque es el resultado de apostar desde hace veinte años por una arquitectura para cómputo, CUDA, que no tiene por ahora rival. Entre la información proporcionada, en la cual hay pocas novedades, se encuentra el avance de su próxima arquitectura de cómputo, Rubin, en honor a Vera Rubin, astrónoma cuyo trabajo pionero en determinar la rotación de las galaxias llevó a pruebas de la existencia de la materia oscura.

Habrá dos GPU, una Rubin con HBM4 de ocho capas por chip, y otra Rubin Ultra con HBM4 de doce capas. Habrá también una sucesora de la placa GB200 Grace Blackwell, uno de sus «superchips» al incluir una CPU Vera y una GPU Rubin. La plataforma incluirá la sexta generación de NVLink con velocidades de hasta 3600 GB/s, y una tarjeta de red CX9 SuperNIC de hasta 1600 Gb/s. Su lanzamiento tendrá lugar entre finales de 2025 y principios de 2026, estando fabricados estos chips a 3 nm.

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Vía: Videocardz.