Elgato expandió en abril su serie de periféricos para locutores con la serie Neo, en la cual se incluye un foco como es el Key Light Neo. Es un modelo que complementa a lo que ya tiene la compañía en el catálogo por su forma y porque está orientado a ponerse encima de un monitor o incluso un portátil a la hora de hacer una retransmisión o una videoconferencia de improviso en un lugar poco iluminado.

El Key Light Neo llega en una caja gris de cartón reciclado con la información mínima del producto. Para eliminar totalmente el plástico del empaquetado hay una tira de cartón que se debe romper para abrirlo, lo cual resulta positivo, porque se han tomado otras medidas para reducir el impacto medioambiental del embalado y el producto. Al abrirla se puede ver la parte trasera del Key Light Neo, debajo de la cual hay un pequeño manual con información legal y del producto, así como el soporte que va a rosca.

Hay un compartimento en el que está el cable de conexión USB tipo A a USB tipo C, un prolongador USB tipo A a USB tipo A, y un manual con información de seguridad. El cable de conexión es importante para este producto ya que con el incluido solo alcanzará los 400 lúmenes (lm), por un USB tipo C los 700 lm, y se precisará de un cargador de 12 W y 3 A para alcanzar los 1000 lm. También se incluye una pieza para hacer de recoge cable que puede resultar bastante útil.

El formato del Key Light Neo es cuadrado con esquinas redondeadas, y en general tiene un mejor diseño que los focos anteriores de la compañía. Su tamaño es de 38 mm × 150 mm × 150 mm, con un peso de 246 g. En la parte inferior tiene para ponerle en un soporte con rosca de 64 mm (0.25 in) como el que se incluye con el foco.

Ese soporte se puede enroscar a mano desnuda al incluir un tornillo moleteado. Es como el típico usado en las cámaras web que permiten ponerlo fácilmente en la parte superiorde un monitor o pantalla de otro tipo como la de un portátil. La zona de contacto posterior es de goma que no deja residuos y que se puede limpiar en un momento con un trapo humedecido.

El foco está compuesto por una serie de ledes RGB en torno al círculo principal, con un difusor para que sea luz indirecta a la hora de iluminar al locutor. El índice de reproducción cromática (CRI) de este foco es superior al 94 %, por lo que prácticamente no afectará al color natural de los objetos de la escena, salvo cuando se decida ponerlo en amarillo.

En cada una de las cuatro esquinas del foco hay controles, que son tres botones para encenderlo y cambiar la temperatura del color del foco entre dos posiciones, y una rueda para ajustar el nivel de brillo. La temperatura de color se puede cambiar entre los 2900 ºK y los 7000 ºK, por lo que va de un tono amarillo a uno ligeramente azulado en función del ambiente y tono de piel. Para el control total del dispositivo, que tampoco es que sean muchas opciones más, se incluye wifi 802.11 b/g/n de doble banda.

Para gestionar el Key Light Neo se puede usar el programa Control Center de Elgato, que se puede descargar desde su web, y que está disponible para Windows y macOS. En mi caso, lo he probado para este último en un Mac Studio con un M1 Max. Si no está directamente conectado al Mac, se puede usar la Utilidad Airport para detectarlo y conectarlo al equipo por la wifi que lleva. Tiene un led en la parte posterior que se encenderá cuando esté conectado por wifi.

Es un programa sencillo, que permite las pocas opciones de uso que tiene este foco: encenderlo/apagarlo, control la temperatura de color, y el brillo que llegar hasta los 400 lúmenes con el cable incluido en un puerto USB tipo A de 4.5 W, los 700 lúmenes a un USB tipo C de 7.5 W, o hasta los 1000 lm con un adaptador de corriente de 12 W (3 A). Se indicará el brillo máximo en cualquiera de los casos como un porcentaje.

Más allá de esta pantalla, accesible desde la barra superior en un icono de aplicación, se puede buscar actualizaciones de firmware, emparejarlo con el mando de las luces de Elgato, y poco más. La integración con el resto del ecosistema de dispositivos de Elgato es total, por lo que también se puede gestionar rápidamente desde las consolas de edición de la compañía, por ejemplo para encender o apagar el Key Light Neo.

Por el PVPR de 100 euros que tiene este foco y a tenor de sus prestaciones es complicado ponerle pegas. La mayor es que para aprovechar todo el potencial del Key Light Neo se precisa de un cargador no incluido, pero hoy en día es muy habitual tener uno o varios cargadores sin usar con un USB tipo C y con potencia suficiente para entregar los 12 W con 3 A necesarios para que alcance los 1000 lm.

Aunque es algo a tener en cuenta, los 400 lm que permite el cable incluido ya pueden ser molestos si se mira directamente al foco, por lo que los 1000 lm van a resultar muy molestos. Ese brillo será más útil para una iluminación lateral en un soporte y más fuera del campo de visión para que se pueda hacer la retransmisión con normalidad. Aun así, el terreno del brillo, con ese alto CRI que tiene, es un aspecto más que positivo del Key Light Neo.

También lo es la inclusión de la gestión por wifi, que es de fácil configuración. Con su formato compacto y el anillo de luz led indirecta que proporciona el foco, es complicado pornerle alguna otra pega a un producto que mejora bastante la oferta de foco de Elgato.

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Puntuación

9.0

sobre 10

Lo mejor

  • Alto brillo con un alto CRI.
  • Formato compacto compatible con soportes con rosca de 64 mm.
  • Se integra fácilmente en el ecosistema de periféricos de Elgato como las consolas de edición.
  • Gestión inalámbrica.

Lo peor

  • Para aprovechar todo su potencial se necesita un cargador no incluido.