AMD tiene una política de lanzar procesadores a medio cocinar al mercado y luego los va mejorando a través de actualizaciones del BIOS. Es algo que he criticado bastante, pero cualquier mejora es bienvenida, y es lo que hace que desde 2017 las placas base con zócalo AM4 sigan usándose en procesadores actuales. Pero lo de los Ryzen 9000 es que ha sido catastrófico para la reputación de AMD, aunque mayormente por el precio de lanzamiento, pero también porque no dan un rendimiento que los diferencie mucho de los Ryzen 7000. Ahora llega otra actualización de la AGESA que intenta darles ese empujón extra de rendimiento.
Se trata de la AGESA 1.2.0.2, que es el microcódigo base que usan todos los fabricantes de placas base para crear las UEFI, que al final es una interfaz visual para configurar el funcionamiento del procesador. Esta AGESA reduce significativamente la latencia internúcleo, tanto entre los del mismo chíplet de núcleos como con los del otro chíplet. De hecho, en este último caso la latencia puede reducirse a la mitad, mientras que dentro del mismo chíplet se puede reducir en torno a un diez por ciento, que no está nada mal.
La latencia entre núcleos puede afectar a ciertas cargas de trabajo más intensivas de procesador en que los núcleos tengan que comunicarse más entre ellos, pudiendo afectar a juegos, pero tampoco parece que vaya a tener un gran efecto final. Además, aparentemente la AGESA 1.2.0.2 podría simplimente mejorar cómo se notifica de esta latencia a los programas de pruebas para que aparezca más ajustada a la realidad, porque inicialmente la de los Ryzen 9000 se veía excesivamente alta. A ver cuándo llega el primer reanálisis de los 9000X y 9950X, que es a los que más puede afectar al tener dos chíplets de núcleos y no solo uno.
Vía: Videocardz.