La guerra comercial iniciada por EUA contra China para limitar su producción de chips punteros está teniendo un recorrido de ida y vuelta. Cuando EUA ha empezado a redoblar vetos comerciales a empresas chinas, China contraatacó el año pasado con restricciones en la exportación de materiales usados en la producción de chips, como el galio y el germanio. Puesto que China tiene entre el 70 % y el 95 % de toda la producción mundial, el impacto se hizo notar porque el precio de estos materiales se duplicó.

Pero esa restricción se tornó en prohibición de exportación hace tres semanas por el veto de EUA a otras 140 empresas chinas, y de momento el precio del galio se ha disparado un 17 % en tan solo una semana hasta los 595 dólares el kilo, situando su precio en máximos históricos. El galio se usa para producir chips pero también en otros sectores como los paneles de energía solar, baterías, cargadores GaN, ledes, láseres (lectores de Blu-ray por ejemplo), e incluso en radiofármacos (galio-67) para diagnóstico de cáncer e inflamaciones como la sarcoidosis.

El veto reciente de China ha ido mucho más allá, y prohibe la exportación de, por ejemplo, materiales superduros como los desarrollados con grafeno. Siendo el principal productor de todos ellos y Occidente el principal consumidor, es solo cuestión de semanas o meses que los precios se disparen. Eso significará un aumento de precios de productos electrónicos, o desabastecimiento de otros productos como el galio-67 porque la industria de los semiconductores acaparará todo el galio porque tiene más dinero que el resto de sectores. Así que, bueno, las sanciones de EUA son de ida y vuelta, pero nos afectarán a todos, como siempre.

Vía: Tom's Hardware.