Intel ha tenido una década un poco nefasta debido a su directiva, y uno de los problemas fue un escalado deficiente en la capacidad de producción de la compañía, que llevó a una escalada de precios y desabastecimiento. De lo primero que hizo Gelsinger al desembarcar fue asegurar producción en TSMC mientras apretaba las tuercas a sus ingenieros para que crearan un proceso litográfico potente y ese será el 18A, supervisado por Gelsinger hasta su despido hace unos pocos meses. Ahora la bicefalia en las operaciones diarias de la compañía ha indicado que TSMC seguirá siendo proveedor de chips de la compañía tras el 18A.
Obviamente no va a poder mover toda la producción al 18A de golpe, tiene chips en producción en TSMC y seguirán en producción dos o tres años, y la potencial transición otra vez a usar solo Intel Foundry llevaría unos cuantos años porque tendría que adaptar todas las líneas de producción de todas sus fábricas. Sería imposible hacerlo de golpe.
Aun así, todo apunta a que el 18A (1.8 nm o 18 Å) será un proceso litográfico puntero, aunque los rumores dicen muchas cosas, y no buenas, sobre la productividad del proceso litográfico. Pero una transición acelerada al 18A sería posible sí, y solo sí, Intel creara ya nuevas fábricas, y eso no parece que vaya a ocurrir a corto plazo. Esa podría haber sido la intención de Gelsinger, pero el pinchazo económico del año pasado hizo que se cancelera la construcción de varias fábricas, incluida la de Alemania.
Actualmente en torno al 30 % de los chips de Intel estarían siendo producidos en TSMC, según John Pitzer, vicepresidente de planificación corporativa y relaciones con inversores de Intel. Están valorando la cantidad de chips que van a ir necesitando producir en TSMC, pero que seguirán usándola durante bastantes años es un hecho, con el sobrecoste que implica que producirlos en Intel Foundry.
Vía: Tom's Hardware.