Tras muchos retrasos y cambios, los fans (sí, soy un fanboy) de la saga Diablo tenemos la esperanza de que su tercera entrega termine siendo finalmente publicada en primavera, según palabras de Blizzard en su junta de accionistas hace unos días. Y mientras tanto, nos tenemos que conformar con probar la beta de Diablo 3.
Diablo es uno de esos juegos que ha creado escuela, y muchos juegos han surgido en su línea. Para no variar, Blizzard siempre sabe cómo explotar una buena idea para que su base de fans se sientan recompensados. Juegos más o menos recientes, y que a mi me han gustado, en su línea podríamos encontrar Torchlight o Lara Croft and the Guardian of Light, pero claramente palidecen ante la beta que vamos a analizar hoy (y con la que queremos crear una sana ración de hype previa a su lanzamiento).
No me voy a extender mucho en el análisis, ya que es una beta, y seguramente sigan cambiando las cosas lo suficiente como para dejar cualquier comentario que haga sobre el juego anticuado de aquí a que salga a la venta. Pero al menos deberíais haceros una idea de lo que Blizzard pretende publicar.
Primer contacto
A simple vista, el juego parece estar totalmente terminado. En serio, no da la sensación de que vaya mal, que falte algo en el argumento, no hay fallos en el movimiento o ataque de personajes o el entorno... Está completo.
¿Qué puede justificar el retraso en su lanzamiento? Pues obviamente todo lo que va por detrás del simple hack-and-slash: las profesiones de creación de objetos, las habilidades de los personajes y lo más imporante, la casa de subastas.
En esta versión de Diablo, podremos comprar objetos con euros, y para ello Blizzard ha implementado un sistema de transferencia de dinero desde Diablo y hacia la cuenta de Battle.net llamado Saldo, que ya está disponible en vuestras cuentas de Battle.net. Cuando vendamos un objeto, podremos enviar el dinero a nuestra cuenta bancaria (el propio Blizz se quedará con un porcentaje de esa venta) o a la cuenta de Blizzard; si optamos por esto último, no podremos ya transferir el dinero a nuestro banco, y sólo se podrá usar para pagar servicios y comprar objetos en las webs de Blizzard, pero es lo más rentable en términos económicos.
Como ya ocurriera con Starcraft 2, todos estos retrasos vienen causados por la necesidad de sacar un producto completo, sin fallos (cof, cof, SWTOR, cof), y pulido, del que los fans se sientan satisfechos de jugar. Es lo que siempre quiere Blizzard. Y esos retrasos se traducen en un juego más equilibrado, sin casi bugs y pulido, muy pulido. No en vano, ayer mismo hicieron grandes cambios al sistema de runas y de habilidades de personaje, y en breve lo harán a la casa de subastas.
El juego
La historia arranca con nuestro personaje aproximándose a New Tristan en busca de Decard Cain. Una vez llegado al pueblo (con una buena ración de esqueletos destruidos por el camino), sabremos que ha desaparecido y nosotros, héroes como somos, intentaremos descubrir qué le ha ocurrido.
Lo primero que llama la atención es que nos encontramos con el Diablo de toda la vida. Y es casi lo mejor que puede ocurrir en las secuelas: tiene todo lo que nos gustaba de los anteriores, con mejores gráficos, una trama igual de cuidada, nuevas clases de personaje, juego multijugador... Todo lo que nos gusta de Diablo en definitiva.
Como no podía ser de otra forma, nuestro personaje irá subiendo de nivel a medida que completemos misiones y matemos enemigos, e irá adquiriendo nuevas habilidades con las que matar más y mejor. Podremos ver nuestra hoja de personaje, gestionar nuestro equipo, venderlo en las ciudades para conseguir más oro, y mientras tanto, cuando nos aburramos de matar, iremos completando misiones para avanzar en la trama. Siempre he sido un fan de limpiar hasta el más mínimo recoveco de los mapas por si acaso algún enemigo, barril o cofre soltaba algún objeto o gema especial, y en esta ocasión también podremos hacerlo.
También los sonidos y la música son exactamente los mismos que los del Diablo 2 (con los añadidos o arreglos necesarios para la trama y objetos y monstruos nuevos), así que los fans de la saga nos encontraremos como en casa.
Los extras
Desde la pantalla de selección de personaje podremos acceder a todos los detalles de nuestra cuenta, como la casa de subasta, la pantalla de detalles de nuestros héroes (con toda su información), la pantalla de logros y las opciones sociales (como el chat público o el listado de amigos). Podremos añadir amigos con el RealID, así que veremos todos aquellos que estén logeados en alguno de los juegos de Blizzard.
Mención especial merece la casa de subasta, ya que tiene dos modos de operación distintos dependiendo de la moneda que tengamos seleccionada en ese momento: la de curso legal (como puedan ser euros, aunque para probar la beta usan Betabucks) y el oro del juego. Si queremos comprar objetos, sólo se mostrarán los que se puedan adquirir mediante la moneda que tengamos actualmente seleccionada. Se aplicará una comisión a la venta de objetos, distinta en función de la moneda, así que si vendemos objetos por dinero real, habrá que asegurarse de que lo vamos a vender. En el caso de vender objetos por oro, se aplicará una comisión del 15%.
Los personajes
El nivel máximo que podremos alcanzar en el juego básico será 60 (porque seguro que llegarán múltiples ampliaciones en un futuro). En el último parche, han cambiado un poco la asignación de habilidades. Ahora, para el botón principal del ratón y el secundario podremos asignarles ciertos ataques especiales, y a los botones 1 al 4 del teclado otros. La tecla Q nos servirá para tomar una poción, y no se podrán mover los atajos de sitio, aunque sí reasignar las teclas desde las preferencias del juego. Esto es, que las habilidades que dependan de la tecla 1 no se podrán mover de ese sitio.
Las habilidades se englobarán en seis tipos (para el bárbaro son las que digo a continuación, aunque los demás también tienen la misma cantidad con otros nombres): principales (botón izquierdo), secundarias (botón derecho), defensivas (tecla 1), tácticas (tecla 2), poderío (tecla 3) y rabia (tecla 4). Cada vez que cambiemos una habilidad escogida para cada slot entrará en efecto un tiempo de reutlización que evitará que la cambiemos a otra o la utilicemos hasta que termine.
A nivel 6 se desbloqueará el sistema de runas, que simplemente es añadir efectos especiales a cada habilidad que tengamos elegida para los atajos de teclado de entre un repertorio concreto, con lo que haremos más daño o proporcionaremos cualidades especiales al ataque que tengamos seleccionado.
Las clases utilizarán un recurso concreto (como Odio para Cazadores de demonios o Rabia para Bárbaros), que se irá consumiendo o rellenando a medida que hagamos otras habilidades.También existen habilidades pasivas que se desbloquearán a nivel 10, 20, etc.
Y poco más se puede decir, porque en el punto en que están de desarrollo, igual mañana mismo vuelven a cambiar todo el sistema de habilidades y runas sin avisar.
Para entrar en más detalle, habrá que esperar a que salga a la venta el juego, aunque podéis estar seguros de que sigue siendo fiel a la saga de Diablo.
Conclusión
En su estado actual, es un juego cuyo motor está ya terminado, y su trama pulida. Sólo falta que terminen los cambios al sistema de personajes y de la casa de subastas, así como la integración con el chat de Battle.net para poder comunicarte con tus amigos estén en el juego que estén, para que podemos empezar a disfrutarlo cuanto antes.
Sinceramente, dudo mucho que nadie vaya a quedar defraudado por este juego, como nadie lo ha estado de Starcraft 2 pese a sus múltiples retrasos. Está llamado a ser el juego del año, o al menos será una dura lucha con Mass Effect 3.
El sistema nuevo de habilidades me ha encantado ya que simplifica aún más el juego, y lo hace muy dinámico. Es difícil sacarle alguna cosa negativa, la verdad. Quizás algún bug del sonido, o que de vez en cuando se congela brevemente la pantalla (corregido, aunque no del todo, al instalar los últimos drivers de nvidia en el ordenador, que ya me lo avisó el propio juego antes de entrar a jugar), pero con todo, no hay realmente nada negativo.
En el momento en que podamos jugar a Diablo 3, nos quedaremos sin vida social.
