La falta de detalles sobre la política de juegos usados de la Xbox One ha despertado más de una ampolla entre los fans de las consolas. Microsoft ha querido calmar los ánimos unos días antes de la E3, en la que dará más información sobre la consola y los juegos con que contará durante su lanzamiento, aunque tampoco es que sea mucha más.
Sobre los juegos usados, Microsoft ha dicho que existirá un programa para que cada editor decida en qué tiendas se pueden devolver sus juegos, sin recibir Microsoft ninguna comisión por ello, y sin que los propietarios de juegos tengan que pagar tarifa alguna para ser capaces de transferirlos. Por ahora solo sabemos pues que no habrá tarifa para intercambiarlos, pero se sigue sin saber exactamente en qué consistirá, pero que estará controlado por las editoras de videojuegos, lo cual crea grandes lagunas en esta política de intercambio. El préstamo de juegos no existirá en los primeros momentos del lanzamiento de la consola. Lo añadirán más adelante mediante socios que se encarguen de gestionar estos préstamos, y tamppoco se sabe muy bien.
Sobre la necesidad de estar "siempre conectado" a Internet, Microsoft recomienda una conexión de al menos 1.5 Mbps. Cada 24 horas la consola tendrá que contactar con los servidores de Microsoft para comprobar si hay actualizaciones para los juegos, descargar nuevo contenido, etc. Si hemos usado nuestra cuenta en la consola de un amigo, esta comprobación se realizará una vez por hora. Si falla esta comprobación online, bloqueará la posibilidad de jugar y usar los contenidos de la consola que tengamos adquiridos.
Sobre la privacidad y que Kinect siempre nos esté "observando" y "escuchando", Microsoft ha dicho que siempre seremos consciente de si está en funcionamiento, apagado o en pausa, y que no grabará ni subirá ninguna mera conversación que tengamos en su alrededor, o enviar datos, vídeos o fotos sin nuestro consentimiento explícito.
Fuente Ars Technica.