Como buen sistema informático, mal que nos pese muchas veces, las consolas de nueva generación no están exentas de bugs y necesidades de mejoras. La primera gran actualización que Microsoft va a liberar para corregir diversos problemas y mejorar puntos que estaban sin pulir llegará realmente en dos partes: una el 11 de febrero y otra el 4 de marzo.
La actualización del 11 de febrero tiene como objetivo inlcuir algunos cambios interesantes como la posibilidad de utilizar un teclado USB con la Xbox One, ver más fácilmente el espacio que nos queda en disco y gestionarlo (vamos, algo super básico que no sé por qué no estaba ya), configurar mejor la cola de descargas e instalación de juegos y el regreso del indicador de batería restante del controlador.
La actualización del 4 de marzo la denominan Titanfall, con lo que ello significa: la llegada del primer gran juego exclusivo de Xbox One. Esta actualización se va a centrar en los modos de juego en grupo y multijugador que serán necesarios para aquellos que quieran jugar a Titanfall. Llegará también con otras mejoras que desglosarán cuando llegue el momento, y muchas de las cuales son solicitudes de la comunidad.
Fuente: Xbox.