Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que ha caído en mis manos un mando de 360 para PC, decidí probarlo con un juego que me permitirá disfrutar de una auténtica experiencia de juego preparada para un mando. Qué es eso de jugar a FPS sin teclado y ratón, ¡herejía! Yo necesitaba un plataformas o un beat ’em up de toda la vida, algo que me obligara a reventar los botones del mando de mi colega (como no era mío…) como si no hubiera un mañana. Y ese juego iba a ser Guacamelee.
DrinkBox Studios nos propone meternos en la piel de Juan Aguacate, un pobre diablo que se convierte en un héroe por estar “en el sitio incorrecto, en el momento equivocado” al querer ir a salvar a la hija del presidente, el amor de su infancia, de la terribles huesudas manos de Calaca, un esqueleto que la quiere “liar parda” en el mundo de los vivos y de los muertos, todo ello por supuesto, el día de los muertos.
Por si aún no os habéis dado cuenta, este juego desborda, a falta de una palabra que defina un exceso de algo mejor que esta, “mexicanidad” por todas partes. Luchadores de lucha libre, tacos y burritos, piñatas, aztecas… podemos ver elementos de la cultura mexicana, o al menos los tópicos por los que son conocidos fuera de sus fronteras en cada elemento del juego: enemigos, escenarios, ataques… Supongo que a los que no somos mexicanos nos hará bastante gracia, pero me gustaría conocer la opinión de nuestros lectores mexicanos. Imagino que si hicieran algo así con toreros, paella y demás… se me haría bastante ridículo de jugar.
Pero, ¡eh!, que si me hacen un juego de toreros con la estética que reina en Guacamelee... ¡compro! Como la mayoría de los juegos indies, intenta separar su estética de la realidad acercándose a un estilo cartoon que le queda genial. Colores pastel y vivos, y formas angulosas dominan la pantalla para ofrecer un espectáculo visual precioso. Animaciones de personajes suaves y variadas, cutscenes cortas pero precisas en momento y argumento, diálogos divertidos, personajes llenos de carisma y mucho más harán que te enamores de la estética y “personalidad” de este juego.
Pero manejando un luchador de lucha libre supondréis que la chicha de este juego está en repartir leches a diestro y siniestro; pues sí, pero no. Guacamelee se puede encuadrar en ese género que se está volviendo a poner de moda, el “Metroidvania”, original de juegos como (¡oh sorpresa!) Metroid o Castlevania. Mezcla de plataformas y beat ‘em up en un mapa repleto de habitaciones y pasillos por el que tendremos avanzar, enemigos que derrotar (algunos MUY puñeteros como el chupacabras) y habilidades que descubrir para seguir avanzando.
Todos estos elementos sin falta, se darán cita en la jugabilidad de Guacamelee como si fuera ley. De hecho, si cogemos el camino rápido tendremos un juego corto, entretenido y bonito, que solo nos supondrá algún reto a la hora de enfrentarnos a los enemigos finales, que claramente verán incrementada su dificultad y que requerirán de toda nuestra habilidad. Pero si de verdad quieres disfrutar de este juego, te animo a encontrar todos los cofres que el mapa oculta, no son difíciles de localizar en sí, el reto está en conseguirlos, AHÍ es justo donde Guacamelee brilla.
Porque el mando no era mío, que si no hubiera acabado por la ventana. Los retos que propone Guacamelee son deliciosamente horribles y sufridos. Auténticos retos plataformeros que harán que nos tiremos de los pelos durante un rato bastante largo (o es que igual yo soy muy torpe), pero no será debido a su mal diseño, si no a que no somos lo suficientemente habilidosos, aún. Cada uno de estos retos, nos hará que repitamos los mismos movimientos hasta la extenuación, hasta que nuestros dedos sean lo suficientemente rápidos para pulsar la combinación correcta en el momento preciso, en una forma un poco macabra o sadomasoquista de entrenarnos para los siguientes escenarios del juego o simplemente por entretenernos. La mayoría de ellos se basarán en las habilidades que iremos ganando a lo largo del juego, y la cosa llega a su cénit cuando las tenemos todas. Os aseguro que muchas palabras feas han salido de mi boca mientras intentaba resolver estos retos, pero la satisfacción cuando lo lograba gracias al ensayo y error, ya que ninguno de ellos es imposible, merece mucho el esfuerzo.
Como en todos los juegos, hay algún punto negro. En este caso quizás sea la corta duración del modo historia, si te limitas a avanzar en el juego. Yo he jugado unas 14h y he terminado con un porcentaje bastante alto, aunque no el 100%, de medallas, elementos desbloqueados y secretos encontrados, pero las historia principal se puede pasar fácilmente en 8h si no se es un experto a los mandos, menos si lo eres. Otro punto, quizás no negativo, pero sí que podría mejorar, es el tema de la música. Guacamelee viene acompañado de melodías que recuerdan a México en todas sus notas y que además han sido “modernizadas” o adaptadas de forma muy correcta. El problema viene cuando en cada zona suena solo una melodía y te tienes que tirar as de media hora escuchando la misma música porque no consigues llegar al cofre de turno; yo he tenido que bajar el volumen en alguna ocasión porque, quizás ayudada por la frustración del momento, la música me estaba taladrando el oído.
Me dejo en el tintero el cooperativo, que no tuve ocasión de probar, al fin y al cabo, solo me dejaron un mando. Pero si este juego es divertido para uno, otro jugador solo dobla la diversión, aunque creo que para los retos es mejor estar solo, o tener un compañero bastante habilidoso a menos que quieras terminar estrangulando a alguien de pura desesperación.
Para la guinda me he reservado lo mejor. Según vas andando por el pueblo del juego, te fijas en ese cartel del fondo… un momento… ¿esos son los hermanos Mario disfrazados de luchadores? ¿Y ese de ahí es Mega Man? ¿Un limón con la cara de “Me gusta”? Este juego está lleno de referencias a otros videojuegos, comics y a la cultura meme de internet. No sé cuántas capturas llevaré pero a veces me han hecho aplaudir, como por ejemplo, la referencia que hay a Electronic Arts, no podía estar mejor situada. Os invito a que descubráis todas las referencias.
Estética preciosa, enemigos suficientemente variados tanto en aspecto como en rutinas que nos obligarán a usar todo lo aprendido, retos desafiantes… Este juego está en la cumbre de los indies. ¿De verdad aún no te lo has comprado?
