Nintendo se ha congraciado con los jugones con la Switch, después de una Wii U para olvidar. Esta consola portátil y versátil, pese a su inferior potencia gráfica si se la compara con las de sobremesa, resulta muy cómoda para disfrutar de los títulos de primera línea que ha ido publicando Nintendo en los dos últimos años, más toda la oleada de juegos indis que han ido llegando, sin olvidar los portados de juegos de primera línea. No parece que las ventas estén perdiendo fuelle, y de hecho la Switch fue la consola más popular en el último trimestre navideño.
La compañía nipona consiguió vender 9.41 millones de Switch, que es un 30 % más que las 7.23 millones de unidades vendidas en el último trimestre de 2017. Nintendo más que duplicó la producción de la Switch a lo largo de 2017 para cubrir la inesperada alta demanda de la consola, y parece que le ha servido bien para cubrir la demanda navideña de 2018.
Además, debido a que en realidad el secreto de las consolas está en la venta de videojuegos, la compañía está vendiendo cada vez más copias de sus juegos, como es obvio. Mirando las ventas acumuladas, Super Smash Bros. Ultimate ya ha superado las doce millones de copias vendidas mientras que Pokémon: Let's Go ha vendido más de diez millones de copias. Este último lo sigo jugando a ratos, y realmente está realmente bien aunque quizás no sea el mejor de la franquicia o sea más de lo mismo —pero es justo lo que quería; Nintendo sabe (casi) siempre lo que quieren sus jugadores—.
Con todo esto, la compañía ha conseguido unos ingresos de 5600 millones de dólares en el último trimestre de 2018, con unos beneficios de 1500 millones de dólares, lo que hace que hayan quedado muy lejos los tiempos de los números rojos en las cuentas de la compañía.
Vía: EnGadget.