Si hay algo que nunca me importa en el mundo de los videojuegos es que una compañía retrase el lanzamiento de un título para obtener más tiempo para pulirlo. Prefiero eso a que llegue al mercado un producto con multitud de fallos que lo haga injugable o que te den ganas de tirarte de los pelos si te topas con un fallo de esos del tipo de «partida borrada» o que se cuelgue al hacer una acción imprescindible para seguir avanzando en él. Lo que no me gusta es que retrasen los lanzamientos continuamente.
CD Projekt RED ha vuelto a retrasar la llegada de Cyberpunk 2077, y lo hace después de la polémica de las horas extra, de prometer que llegaría el 19 de noviembre y la nueva fecha es el 10 de diciembre. Este cambio llega incluso después de haber creado la copia maestra u oro del juego —por el color que tenían los discos ópticos en que se grababa—, que es de la que se sacan las copias en fábrica que van en la edición física.
La compañía alega que es complicado sacar nueve ediciones distintas a la vez trabajando desde casa, y por ello necesitan realizar algunas comprobaciones adicionales pese a tener la copia oro en producción. Lo cual hoy en día no significa nada, porque todos los juegos piden conexión a internet para descargarte parches de día cero de varios gigas y por tanto la copia oro no significa nada. Es básicamente lo que ha venido a poner de excusa la compañía.
«Al pasar la certificación, o 'llegar a la oro', significa que el juego está listo, puede ser completado y que incluye todo el contenido. Lo que no significa es que dejemos de trabajar en él o en su calidad. Es todo lo contrario ya que es el momento en el que se realizan muchas mejoras que serán distribuidas como un parche de día cero. Se trata del periodo de tiempo que no hemos calculado correctamente».