Colossal Order se está labrando una reputación nefasta con Cities: Skylines 2, y eso que venía de un gran éxito como ha sido Cities: Skylines. De hecho, en su forma actual, el primer juego sigue siendo mucho mejor que el segundo, aunque he de reconocer que Cities: Skylines 2 me gusta bastante… pero le falta contenido y tiene demasiados fallos. Y eso que fue lanzado en octubre del año pasado. Pero el lanzamiento del primer DLC de pago ha sido como echar sal a una herida, y la compañía ha tenido que volver a recular.
Ese primer DLC lanzado ha contenido muchos fallos y tiene falta de contenido de interés, por lo que los diez euros que cuesta no merecen nada la pena. Tras una oleada de críticas negativas, Colossal Order ha tenido que cambiar el DLC de pago a gratuito. Una y otra vez las compañías lanzan algo a medio cocinar para ver si los jugones somos gilipollas y cuela, pero obviamente no va a colar. Lo terrible de este caso es que la compañía ha hecho lo mismo con el juego base y con el primer DLC, lo cual es deplorable.
La directora ejecutiva de la compañía, que ha tomado por gilipollas a los compradores dos veces, solo ha conseguido decir un «lo siento de verdad». Lo mismo dijo cuando lanzó el juego base, así que esto suena a disculpas que te puedes pasar por el arco del triunfo. Lo que están haciendo las desarrolladoras en los últimos años no es serio. Porque no solo es Colossal Order, son ya tantos los juegos que llegan mal al mercado que las disculpas de todos estos directores son como un mal chiste.
Colossal Order va a proceder a devolver el dinero de los que comparan el DLC, mientras que los que lo tuvieran como parte de una edición especial recibirán contenido adicional por valor de 40 dólares. El contenido de este DLC, que era principalmente de edificios de playa y una zona específica de construcción para ellos, entre otros añadidos bastante menores, va a ser metido en el juego base. El lanzamiento de la versión de consolas ha sido retrasado hasta al menos a octubre, mientras que el DLC de Puentes y puertos se retrasa al T1 2025, al menos seis meses después de lo esperado.