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Alphabet ha estado haciendo ajustes de personal en los últimos meses para que su cuenta de resultados no se vea perjudicada por la coyuntura económica, y parece que en parte ha tenido éxito. La compañía ingresó 69 787 M$ en el primer trimestre del año, y como siempre la mayor parte procedió de Google. Es un aumento interanual del 3 %, mientras que los ingresos cayeron un 8.5 % hasta los 15 051 M$, aunque 2600 M$ de gastos estuvieron relacionados con 12 000 despidos y el cierre de oficinas.

Durante los últimos dos o tres años ha habido una buena cantidad de rumores sobre un móvil plegable fabricado por Google, el cual se llamaría «Pixel Fold». Los aparentes retrasos en su lanzamiento han tenido que ver con la pandemia de la covid-19, pero una vez controlada se acerca su lanzamiento. Ahora han inmortalizado en vídeo al Pixel Fold, mostrando el plegado que concuerda con los rumores previos y alguna supuesta imagen del móvil.

Google llega tarde a la fiesta de la inteligencia artificial para buscadores, por lo que va a tener que redoblar esfuerzos si quiere recortar distancias respecto a Bing con ChatGPT. Su inteligencia artificial Bard está siendo criticada por estar todavía bastante verde, dando algunas veces respuestas incoherentes o directamente falsas. Quizás por eso Sundar Pichai, el director ejecutivo de Google y Alphabet, ha aprobado la fusión de los departamentos de IA de Google y la empresa DeepMind en forma del nuevo grupo llamado Google DeepMind.

Lo comento continuamente, pero es cierto que desde la llegada el pasado noviembre de ChatGPT de OpenAI hay mucho miedo en Google por haberse quedado atrás en el terreno de la búsqueda en internet por inteligencia artificial. Lanzó aprisa y corriendo Bard hace un par de meses porque OpenAI y Microsoft llevaron ChatGPT a Bing, y es el mejor buscador que hay ahora mismo, por encima de lo que ofrece Google, aunque depende de lo que estés buscando. No es perfecto, pero da respuestas más directas. Ahora hay miedo dentro de Google a que Samsung prescinda de su buscador como el predeterminado en sus productos para abrazar a Bing con ChatGPT.

Google está llegando a trompicones a la fiesta de las inteligencias artificiales con un producto que está por detrás de lo que OpenAI ofrece con ChatGPT, de lo cual se beneficia Microsoft y su buscador Bing. Pero los planes de la compañía no solo pasarían por usarlo como motor de búsqueda sino que, como es obvio para este tipo de IA, estaría planeando extender su uso a más ámbitos dentro de Google. Esa IA, llamada Bard, sería la sustituta del Asistente de Google dentro del ecosistema de Android.

Google mantiene activo un equipo dedicado a encontrar vulnerabilidades en todo tipo de dispositivos, el Proyecto Cero, y ahora ha anunciado que ha encontrado dieciocho vulnerabilidades en los procesadores Exynos. Son fallos de día cero, por lo que eran desconocidos para la compañía afectada antes de descubrirlos y que todavía no han sido solucionadas. Por eso Google ha sido bastante parca en detalles a la hora de hablar de algunas de estas vulnerabilidades, las más graves.

Google ha diseñado hasta el momento un puñado de chips, siendo el primero la unidad de procesamiento tensorial que presentó en 2016. Más recientemente ha diseñado sus propios procesadores de serie Tensor para sus móviles Pixel, dando un buen resultado, por lo que su departamento de diseño de chips empieza a ser relevante. El último procesador que habría desarrollado sería nuevamente para centros de datos, aunque de momento no hay nada oficial al respecto.

Cuando se dice que a Google le ha pillado con el pie cambiado la llegada en noviembre de chatGPT no es una exageración sino algo muy cierto. La compañía está desarrollando su propia IA conversacional para el buscador, ahora de nombre Bard, pero ha acelerado su desarrollo en los últimos dos meses para tener algo que presentar lo antes posible. Pero esas prisas llevan a pifias como la ocurrida en una presentación en París.

Google siempre se ha sentido muy a gusto creyéndose que en el terreno de la inteligencia artificial estaba muy avanzado. Pero a finales de noviembre salió del modo ocultación ChatGPT y empezó el nerviosismo en la empresa. Se trata de un chatbot bastante avanzado que puede entender bastante mejor lo que el interlocutor le está preguntando, además de que lo hace en múltiples idiomas. Es un chatbot basado en el GPT-3.5 de OpenAI, una empresa de investigación que lleva en el sector desde 2015.

Google ha sufrido varios reveses en la Unión Europea y otros países por prácticas anticompetitivas, saliendo relativamente bien parado de las que se han llevado a cabo en EE. UU. Sin embargo, en esta ocasión probablemente salga mal parada ya que el Departamento de Justicia del país ha unido fuerzas con otros ocho estados para demandar a la compañía por prácticas anticompetitivas en el sector de los anuncios digitales. El objetivo de la demanda es que Google separe en una empresa independiente a la división encargada de gestionar los anuncios.