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Microsoft ha pasado a realizar dos actualizaciones mayores anuales a Windows 10, en abril y octubre, y la del pasado mes de abril llegó por los pelos el último día del mes. Desde entonces, la distribución ha sido rápida a pesar de que los primeros días solo estuvo disponible como descarga desde la web de Microsoft. Distintas webs de análisis o publicitarias han indicado que la adopción de esta versión está siendo rápida, y la última es AdDuplex.

La última versión de Windows 10, denominada actualización de abril, ha traído un problema inesperado para los usuarios del antivirus de Avast. Para evitar problemas, mientras se soluciona, Microsoft bloqueó dicha actualización a quienes tuvieran dicho antivirus instalado en su equipo. Una vez detectado el error, Avast está colaborando con Microsoft para identificar donde se produce el fallo. De momento, han indicado que se trata de un fallo en el Avast Behavior Shield. Dicho componente genera algunos errores en algunas instancias y tareas, generando problemas de conectividad, pantallazos azules, y otros problemas.

Por mucho que haya mejorado Windows 10, y que Edge sea un buen navegador, aun le queda mucho trabajo por delante a la compañía de Redmond para quitarse el estigma de ser la empresa de Internet Explorer. Animar a los usuarios a que empleen Edge, y demostrar que este navegador poco o nada tiene que ver con el anterior no está siendo fácil.

Microsoft tenía planeado distribuir a principios de mes la actualización de abril de Windows 10, una de las dos mayores que va a hacer cada año, pero un fallo crítico de última hora lo evitó. Puesto que todo el sistema estaba ya adaptado para que pusiera el nuevo nombre de la actualización, Windows 10 Abril 2018 (compilación 1803), ha decidido no esperar más y el mismo día 30 de abril, antes de que se acabe el mes en unas horas, ha distribuido la actualización.

Microsoft retrasó la distribución de la nueva gran actualización de Windows 10, de las que prometió distribuir dos cada año de manera fija en abril y octubre de cada año. Es una forma de que sea previsible cuándo las empresas tienen que preparar las actualizaciones de los equipos. Ahora ha anunciado que ya está listo para distribuir la nueva versión, y ha cambiado la nomenclatura totalmente, en parte para no inventarse dos nombres cada año.

Microsoft ha dado por finiquitada la línea de teléfonos Lumia adquirida a Nokia hace unos años en un negocio que se ha tornado catastrófico para las cuentas de la compañía. A pesar de haber dejado tirados a los usuarios de Windows 10 Mobile, puede que en un futuro próximo Microsoft pudiera retomar la producción de teléfonos con un más que rumoreado Surface Phone. Los rumores han resurgido debido a que la actualización posterior a la de abril incluirá nuevas interfaces de programación de aplicaciones (API) orientadas a teléfonos.

Las contraseñas son cada vez un mayor quebradero de cabeza, ya que la mayoría del público no está bien concienciado de la importancia de las buenas prácticas para su creación, cuando no las desconocen totalmente y tampoco las cambian periódicamente. Aunque métodos como la autenticación en dos pasos, las huellas dactilares y otros mecanismos intentan reducir los riesgos de seguridad, aún queda mucho por hacer en este terreno.

Qualcomm y Microsoft han puesto mucho empeño en permitir que Windows 10 funcione sobre los procesadores de arquitectura ARM como el Snapdragon 835. Una vez que están llegando al mercado los primeros equipos, sobre todo tabletas y convertibles como el Envy x2 de HP, es momento de ponerlos frente a frente a procesadores de gama baja más tradicionales como el Celeron N3450, como han hecho en TechSpot.

Aunque en teléfonos móviles esté prácticamente acabado como sistema operativo, Windows 10 sigue empleándose en tabletas, aunque su popularidad es mucho menor que la de iOS o Android. Uno de los problemas que tiene este sistema operativo es el tiempo de indisponibilidad del dispositivo cada vez que se instala una actualización, el cual puede llegar hasta las dos horas, situación a la que Microsoft ha decidido ponerle solución.

El mundo de la seguridad está que echa chispas este 2018. El año empezó con la noticia de varias vulnerabilidades que afectaban en mayor o menor medida a casi todos los procesadores del planeta, pero una serie de parches fallidos por parte de Intel ha retrasado bastante el levantamiento del muro de seguridad frente a su explotación. Ahora la compañía, en el tradicional martes de parches que tiene lugar el segundo martes de cada mes, ha distribuido la solución para Meltdown para los sistemas operativos Windows 7 y Windows 8.1.