Uno de los producto más comentados este fin de semana es el iPad mini tras ponerse a la venta el pasado viernes. Quizás no lo haya hecho con la típica expectación de cientos de metros de cola de personas queriendo hacerse con uno, pero sí que ha suscitado en general buenas críticas de la prensa y una buena acogida en su adquisición por internet.
El gran ataque contra el iPad mini es su precio por las 7,9 pulgadas de su pantalla: 329 dólares. Teniendo opciones de tablets por 7 pulgadas como la Nexus 7 o la Kindle Fire HD, puede parecer raro que Apple no haya ajustado más su precio. Por un lado, Apple no necesita competir en precio con Google y Amazon. Sus productos tienen, para lo bueno o lo malo, su propio renombre. Por otro, que a diferencia de Google y Amazon, Apple sí que va a obtener beneficios con cada venta de iPad mini.
Cuando se presentó la Nexus 7, se estimó que el coste de producir uno era de 152 dólares. Parecido le pasa a la tableta de Amazon. Vendiéndolo a 199 dólares, ni Amazon ni Google obtienen beneficios con su venta. A cambio, esperan obtener más beneficios mejorando las ventas de Google Play y la tienda de Apps para Android de Amazon. De los 200 euros que cuesta una Nexus, hay que quitarle los impuesto (21 por ciento en España, aunque en EE.UU es en torno a un 10%); lo que obtiene Google por venderla en Google Play estaría en torno a los 160 ó 170 dólares, que solo cubre el coste del hardware. Si la venden otras tiendas, hay que quitarle su comisión, un 20 ó 30 por ciento del precio de venta, así que Google estaría literalmente perdiendo dinero con la venta de la Nexus 7 (ingresaría unos 130 ó 140 dólares por unidad vendida).
La empresa IHS iSuppli ha estimado el coste de fabricación de un iPad mini en 188 dólares. A esto habría que agregarle costes de investigación, diseño y desarrollo entre otros. Así que Apple obtendría unos 76 dólares de beneficios por iPad mini después de impuestos. Esto está en la línea de lo que dijo Tim Cook de que han puesto un precio muy competitivo al iPad mini (lo normal es que sus beneficios sean del 30 a 35 por ciento del precio de sus productos, y en este iPad "sólo" obtiene poco más de un 20 por ciento).
La extrema delgadez del iPad mini (7,2 milímetros) ha aumentado sustancialmente su precio, ya que la nueva tecnología conocida como GF2, que permite fabricar pantallas más finas que las de la competencia, es difícil de poner en práctica en las líneas de producción de los proveedores de Apple. Por eso, la pantalla de este iPad mini tiene un coste de producción de 80 dólares. Algo similar ocurrió con el iPhone 5: Foxconn tuvo complicaciones en su montaje debido al mínimo margen de error que se tiene al montarlo en sus líneas de producción.
Así pues, no es que Apple haya puesto un precio elevado al iPad mini, sino que la "competencia" más directa que tiene simplemente no obtienen beneficios por el hardware de sus tabletas. Apple, para lo bueno o para lo malo, ha decidido rentabilizar tanto el hardware como el software de la App Store que se puede ejecutar en el iPad mini.