Microsoft quiere quitarse de encima todas las críticas a Windows 8 escuchando a los usuarios e incorporando sus ideas y otras mejoras de su propia cosecha. Pero eso sí, de momento puede que no pasen por devolver el botón de inicio a su sitio. Por eso, en junio los usuarios de Windows 8 podrán descargarse una versión pública de prueba de Windows Blue antes de que se ponga en circulación en navidades.
El precio de la actualización y su disponibilidad exacta son detalles que se darán a conocer en las próximas semanas, así como el nombre definitivo de esta versión, ya que Windows Blue es el sobrenombre que le dan internamente durante su desarrollo. Llegará también a las tabletas con procesador ARM (que por el momento, pese a estar vendiéndose mal, no parece que vaya a retirarlas el soporte), pero no se sabe si habrá versión de prueba en junio como con la versión de Windows Blue para procesador Intel.
Aunque no se descarta que Microsoft pase a un ciclo anual de actualizaciones de su sistema operativo principal, los directivos de la compañía no han hecho ningún comentario para confirmarlo o desmentirlo. De hacerlo, sería algo parecido a lo que Apple hace en OS X y que se está poniendo de moda en todo el mundo tecnológico. No sería raro que lo hicieran ya que, hoy en día, hasta Ubuntu se actualiza cada seis meses, y un año es mucho tiempo para sacar novedades.
Pero lo importante para Microsoft ahora es escuchar a sus clientes y mejorar su principal producto. ¿Qué cosas os gustarían ver en Windows Blue?