Apple desde hace muchos años es un referente en cuanto al uso de las energías renovables para suministrar de corriente eléctrica a sus distintas instalaciones corporativas. Si hace poco compraba una centra hidroeléctrica, la compañía ya cuenta con granjas solares repartidas por los estados más soleados de EE.UU.
La última cifra que ha proporcionado es que el 94% de sus instalaciones usan electricidad de alguna fuente de energía renovable, y está cerca de su objetivo del 100%. Esto incluye sus oficinas y centros de datos, que son las instalaciones que más energía consumen y que todas las compañías se afanan por hacer más eficientes (Google, Amazon, Facebook, por sólo mencionar las que más investigan en este apartado). Quedan fuera las fábricas (que la mayoría no son suyas), centros de transporte y tiendas de venta.
Pese a tener de vez en cuando alguna diferencia con Greenpeace, lo cierto es que los productos de Apple no usan ningún producto o material dañino para el medioambiente, siempre y cuando haya alguna alternativa real. Puesto que muchos equipos electrónicos terminan en vertederos, la degradación de los productos Apple no contamina el terreno.
Apple también ha extendido el uso de energía solar a las Apple Store en un primer proyecto que abarca 120 de las tiendas que tiene en EE.UU.