Samsung se dió por aludido tras la presentación del Galaxy S5 de que el diseño de sus terminales tenía que cambiar, y bastante. Si bien el Galaxy S5 es un teléfono excelente, si se le pone lado a lado con otros de la actual gama alta deja mucho que desear. El HTC One (M8) y el Xperia Z2, o el LG G3, son terminales con mejor diseño. Todo ha tenido que pasar por cambiar al jefe de diseño de la línea Galaxy.

El Galaxy Alpha recién presentado es el primero que inicia la senda del cambio. Con un marco de metal con un biselado similar al de otros teléfonos de metal (léase iPhone 5s), la parte posterior sigue siendo de plástico. La ventaja de esto es que el grosor del teléfono es de sólo 6,7 mm y tiene un peso de tan sólo 112 gramos. Todo un récord para la actual gama alta de Android. Su tamaño se ve reducido a unos más manejables 132.4 x 65.5 x 6.7 mm (frente a los 142 x 72.5 x 8.1 mm del Galaxy S5).

La pantalla es de 4,7 pulgadas con resolución 1280x720 píxels, lo que da 313 píxels por pulgada, o una cantidad más que suficiente para que se vea nítida. El procesador elegido por Samsung es un Exynos 5 Octa 5430 de ocho núcleos que utiliza la tecnología big.LITTLE, con cuatro núcleos a 1,8 GHz y otros cuatro a 1,3 GHz. Su potencia se situaría en la del Snapdragon 801 que incluyen la mayoría de gamas altas actuales.

También tiene 2 GB de RAM, 32GB de almacenamiento interno y no viene con lector de tarjetas microSD. La cámara de 12 megapíxels es capaz de grabar vídeo a 4K, y cuenta con estabilizador óptico de imagen (OIS), por lo que puede ser buena. También incluye lector de huellas dactilares, que Samsung quiere seguir mejorándolo poco a poco pero además incluirlo en el máximo número de dispositivos posible.

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Pero para conseguir tan delgado diseño, Samsung ha incluido una batería de "tan sólo" 1.870 mAh. Teniendo en cuenta la considerable reducción de píxels de la pantalla con respecto a una Full HD (de 2,073 millones a 0,92 millones), diría que tampoco va a ser un gran problema para terminar el día con este teléfono, aunque también las pantallas cada vez van consumiendo menos a través de reducción de LEDs de iluminación en el panel o los propios LEDs de la pantalla y mejoras de eficiencia en los dispositivos. Además de que el Exynos 5430 puede ayudar a minimizar el consumo del terminal. Yo le daría un voto de confianza a Samsung en este apartado, aunque haber llegado a los 2.000 ó 2.100 mAh tampoco le habría hecho daño a cambio de un par de milímetros más de grosor del terminal (la eterna cantinela).

¿Este Galaxy Alpha puede ser de gama alta? Pues teniendo en cuenta que en lo único que "flojea" es en densidad de píxels de la pantalla (pero 313 ppi es verlo tan nítido como otros de 420 ppi salvo que lo tengamos a 5 centímetors de los ojos) y en tamaño de batería, es más que probable que lo sea. Han puesto especial atención al diseño (importantísimo en un gama alta), el Exynos 5 Octa le va a dar un excelente rendimiento comparable al Snapdragon 801, tiene una cámara que a priori es realmente buena con OIS, y la batería aunque floja me da que va a hacerle durar lo mismo que otros con mayor capacidad, pues podría ser perfectamente un gama alta. Toca esperar puesto que hay que saber la calidad de la pantalla (que si tenemos resoluciones de 1920x1080 y la calidad de los colores es pésima no hacemos nada), la calidad de la cámara, lo cómodo que sea y otros factores. Limitar la gama alta a que tenga una pantalla de 5 pulgadas 1080p sin tener en cuenta otros muchos detalles no parece lo más adecuado.

El precio de venta en Rusia va a ser de 25.000 rublos, que son al cambio unos 689 dólares. Puesto que los precios de los teléfonos en Rusia siempre son bastante más elevados que en el resto del mundo, diría que podría situarse en los 599 dólares/euros como precio de partida (el del Galaxy S5 fue de 729 euros, aunque ahora está por debajo de los 470€). No hay por el momento fecha de lanzamiento, aunque es de esperar que sea durante septiembre, en color blanco, dorado, negro y azul.