Las empresas tecnológicas han estado en el punto de mira de diversas investigaciones judiciales. Eso ha llevado a que los tribunales de EE. UU. hayan requerido información de usuarios de Microsoft, a lo que la compañía se negó alegando que los servidores estaban ubicados en Dublín, fuera de la jurisdicción de EE. UU.
Obviamente, siendo los tribunales estadounidenses como son en este apartado de las jurisdicciones, ha tenido que salir al paso el gobierno de Irlanda, en boca de su Ministro de protección de datos, Dara Murphy, para asegurar que si necesitan acceder a datos almacenados en Dublín, tendrán que ser ellos los que den permiso para ello.
De esta forma se preserva el dereccho a la protección de datos de los individuos en la sociedad moderna, respetando las normas y los procesos establecidos para su protección. Lógica aplastante del ministro irlandés, que no evita que ciertos jueces de EE. UU. sigan creyendo que en Europa pueden hacer lo que quieran.
Vía: EnGadget.