No está claro cuál es el hueco que van a ocupar los relojes inteligentes en nuestra vida. Sin una utilidad real que no pueda hacer el teléfono y con la necesidad de recargarlos cada uno o dos días, parecen más un lastre o un artículo de hiperlujo más que algo útil. Eso sin contar que sus sensores para actividad física no son tan fiables como muchos pensarían.
Pero así las cosas, con 720.000 relojes Android Wear vendidos en el segundo semestre de 2014, el Apple Watch va a conseguir lo que no han conseguido el resto de fabricantes: venderlos como si fueran un producto de primera línea de consumo. El pasado viernes se iniciaron las reservas del Apple Watch en nueve países y las cifras que se barajan es de 957.000 unidades reservadas tan solo en EE. UU. durante el primer día. No se disponen de cifras de los otros ocho países.
La cifra procede de la firma Slice Intelligence, basándose en los tickets electrónicos de compra de 9.080 compradores online y extrapolados al consumo interno de EE. UU. Según sus datos, también estiman que el 62% de los compradores eligieron el Apple Watch Sport, cuyo precio comienza en los 349 dólares. El gasto medio de cada consumidor sería de 503,83 $, eligiendo una carcasa más cara para el reloj a cambio de una correa más barata.
Los datos oficiales, de darse, los conoceremos el lunes posterior al que se ponga oficialmente a la venta el reloj, que será el 24 de abril. Puesto que es una nueva categoría de producto, no se hasta qué punto es factible que vaya a dar las cifras de ventas iniciales, un dato que sería de mucha importancia para su competencia. El volumen de reservas ha hecho que los que quieran uno de estos relojes tengan que esperar a mediados o finales de junio para recibir el suyo. Inicialmente la venta está limitada a través de la web de Apple.