Los grupos de presión o lobbies son muy frecuentes en EE. UU. De hecho son la única forma de hacer llegar las ideas que tienen las empresas a los legisladores de Washington D. C., y no son baratos. Es una práctica que por lo menos en aquel país es pública y evidente, en vez de estar englobada en el secretismo y los sobres que circulan de un lado a otro en la política española.
Las empresas tecnológicas son las que más invierten en estos grupos de presión para avanzar conseguir cambios en leyes que faciliten, por ejemplo, la circulación de vehículos autónomos en las carreteras. Nada malo a priori, y necesario para el avance tecnológico en EE. UU. y en el resto del mundo.
En el primer trimestre del año Google, Apple y Amazon gastaron cifras récord para hacer avanzar sus proyectos. Por un lado Google gastó 5,47 millones de dólares de acuerdo con la Oficina de Registro del Senado. Apple gastó 1,24 M$, ligeramente más que el último trimestre de 2014 en el que gastó 1,19 M$. Por último, Amazon gastó en grupos de presión 1,91 M$, un 14% más que el trimestre anterior. Otras empresas como Facebook han gastado 2,44 M$ y Microsoft un 1,89 M$, aunque en ambos casos es un descenso con respecto al último trimestre de 2014.
Que Google gaste un 440% más que Apple en hacer llegar sus ideas a los políticos me parece que merece ser al menos mencionado. Con tantas investigaciones que están sufriendo sus actividades, desde relacionadas con la protección de datos hasta por prácticas de abuso de posición dominante requieren gastar dinero para hacer ver a los políticos su punto de vista.
Pero como decía al principio, al menos en EE. UU. este tipo de información y datos son de carácter público. Qué envidia.
Vía: PC World.