De los dos modelos de tarjeta gráfica que AMD ha presentado en fechas recientes, el que más merece la pena es la R9 Fury. Por un lado se puede usar software para intentar desbloquearla y conseguir más potencia, y por otro los cambios de frecuencia tienen un impacto muy importante en su rendimiento.
Pero si eres de los que tienen un tanque de nitrógeno líquido a mano y las ganas de llevar este chip al límite retocando su disposición interna a base de soldador, pasarás la frecuencia de 1000 MHz de base a 1450 MHz. Es un aumento impresionante, aunque para conseguirlo también ha sido necesario instarle a la tarjeta una BIOS especial que permita valores absurdos de overclocking extremo.
La velocidad de memoria también se aumenta, llegando a los 2 GHz efectivos (desde 1 GHz de partida) demostrando el enorme potencial que tiene la memoria HBM. Combinando estos tres cambios (nitrógeno líquido, frecuencia de memoria y GPU), el aumento del rendimiento llega a un 61%. La tarjeta base es una Asus STRIX Gaming R9 Fury.
La guía completa para conseguirlo está en el foro de HWBot. ¿Algún manitas en la sala que lo quiera probar?
Vía: TechSpot.