El año pasado Sony sufrió un hackeo de sus servidores, cuyas repercusiones aun se hacen notar un año después. Atribuido a agentes de Corea del Norte, la motivación tras el ataque habría sido la película The Interview, con Seth Rogen y James Franco, en la que dos periodistas estadounidenses formarían parte de un plan para matar al líder norcoreano.
Tras la vulneración de la seguridad del estudio se filtraron muchos datos del mismo, incluyendo correos de sus ejecutivos, varias películas, así como información personal de empleados, incluidos actores conocidos, lo cual les ha hecho vulnerables a robos de identidad y fraudes diversos. Varios de ellos denunciaron que encontraron su información personal en venta en Internet, mientras que otros afirmaron que alguien había intentado emplear sus tarjetas de crédito.
Algunos empleados han llevado esto ante los tribunales y, dado el número de ellos que lo han hecho, sus abogados propusieron una demanda conjunta contra Sony. Los asesores legales del estudio trataron de bloquearlo, pues los demandantes no sufrieron pérdidas económicas, lo cual ha sido desestimado por el juez. Así que, finalmente, la compañía cinematográfica ha decidido llegar a un acuerdo, cuyos detalles tardarán un tiempo en conocerse, al estar preparando ambas partes la documentación.
El importe de las indemnizaciones se suma a los perjuicios económicos que ha causado el hackeo al estudio, entre los que están las pérdidas de taquilla de las películas filtradas, así como los costes de la investigación para esclarecer lo que sucedió y cómo. Aunque la responsabilidad se le atribuye a hackers norcoreanos, hay expertos en ciberseguridad que consideran que ha sido un trabajo interno. Quizá no se llegue a saber nunca quién está detrás, aunque será interesante ver las teorías al respecto en la película que se está preparando.
Vía: EnGadget.