China es un país que, pese a que en desde el año 2000 se ha abierto enormemente a occidente, su partido único sigue manteniendo un severo control de todos los aspectos del día a día. Por si no fuera poco algunos proyectos como el Gran Cortafuegos de China o el Gran Cañón de China para eliminar la privacidad de los usuarios, ahora su palamento se ha dado aún más poder.
Se trata de una ley cuyo objetivo es evitar el terrorismo en su territorio. Para ello, las empresas que operen en el país están obligadas a proporcionar las claves de encriptación de sus servicios al gobierno para que éste pueda monitorizar toda la información que transita por la red interna del país.
Estas claves de encriptación suelen ser únicas para los servicios, prácticamente indescifrables, y por tanto a las empresas no les interesa que ningún gobierno las tenga si quieren asegurar la privacidad de sus usuarios. Algunos servicios, como aquellos que la encriptación se realiza de extremo a extremo (como iMessage), no hay una clave central que permita el acceso a la información.
Diversos países ya han mostrado sus dudas sobre la idoneidad de esta medida, entre ellos EE. UU. en boca de su presidente Barack Obama. Por si no fuera poco, la nueva ley antiterrorista aprobada permite cerrarle la boca a los medios de comunicación todavía más en casos de terrorismo, con el fin de que no lleve a otros a imitar ataques terroristas.
Vía: Engadget.