Intel comenzó a mediados de 2015 la compra de Altera, uno de sus rivales dedicados a los chips programables, por la abultada cifra de 16.700 millones de dólares. Puesto que este tipo de adquisiciones están sujetas a controles gubernamentales, han tardado medio año ambas empresas en cerrar la adquisición, cosa que ha ocurrido a 28 de diciembre.
Altera es un fabricante de chips programables, conocido por sus soluciones de FPGA y ASIC. Estos chips están en vistas de ser utilizados por compañías como Microsoft para aumentar la velocidad de sus centros de datos, ya que al ser chips programables son más eficientes a la hora de hacer una o unas pocas tareas que un procesador de un servidor. Microsoft también las usará, específicamente los chips de Altera, en la creación de redes neuronales artificiales.
Altera también posee diversos chips de comunicaciones que podrían beneficiar a Intel en su apuesta por llegar al máximo número de dispositivos móviles posibles. Al incluir estos chips programables directamente en los SoC tipo Atom, podría ofrecer un chip más completo por un coste prácticamente igual. Ideales también para el Internet de las cosas.
Vía: The Tech Report.