El rendimiento del Exynos 8890 comparado con el Snapdragon 820

El mejor procesador de un teléfono Android que se podía tener durante 2015 fue el Exynos 7420. Su rendimiento solo era mermado por la interfaz Touchwiz de teléfonos como el Galaxy S6, pero que desde el punto de vista técnico era estupendo. Algunos dudan de que Samsung haya hecho bien en elegir el Snapdragon 820 para el Galaxy S7 internacional, pero Anandtech ha podido analizar el Exynos 8890 incluido en la versión coreana del Galaxy S7.

Si bien el Snapdragon 810 tuvo al principio problemas de sobrecalentamiento, posteriormente fueron subsanados pero el estigma ya le quedó a ese chip, y fue muy utilizado en su lugar durante la segundo parte de 2015 el Snapdragon 808. Samsung fue el único gran fabricante que no usó el Snapdragon 810, y si ha elegido el Snapdragon 820 será por algo.

Las siguientes gráficas de Anandtech muestran que el 820 tiene mejor rendimiento que el Exynos 8890 fabricado por la propia Samsung, aunque por una ventaja menor, pero sobre todo en el apartado de la GPU. Parece que a priori ha sido una buena elección, aunque hay que esperar a la versión comercial del Galaxy S7 para confirmar que su Snapdragon 820 funciona al nivel del que pudieron analizar previamente.

Lo que me gusta del Snapdragon 820 es que lleva la sensatez al sector de los procesadores para teléfonos. No puede ser que con dos núcleos un procesador como el Apple A9 haga más que los cuatro del Snapdragon 820 y que los ocho del Exynos 8890. Claramente hay espacio de mejora para las arquitecturas que usan Qualcomm y Samsung, sobre todo de cara a mejorar el IPC (instrucciones por ciclo) de estos chips.

Detallando la arquitectura del Exynos 8890, es un ocho núcleos con tecnología big.LITTLE, con un grupo de cuatro núcleos Cortex-A53, y otro grupo de núcleos personalizados Exynos M1, capaces de cambiar su frecuencia en base al número de núcleos en uso de ese grupo. Funcionarán a 2,6 GHz si son uno o dos núcleos en uso, y a 2,29 GHz si son tres o cuatro en uso. Claramente destinado al ahorro de energía en tareas pesadas.

Por último, Anandtech apunta a un potencial problema de calor tanto del Exynos 8890 como del Snapdragon 820, ya que al analizar el LG G5 y el Galaxy S7 con este Exynos, los teléfonos desprendían mucho calor. El Galaxy S7 incluye un caloducto para disipar el calor del SoC, al igual que lo tienen el Lumia 950 XL por ejemplo, y eso siempre es mala señal.

Vía: AnandTech.