Esta semana han comenzado a llegar los juegos de verdad para DirectX 12, con la adaptación de Rise of the Tomb Raider a esta librería gráfica, y la llegada de Hitman. En ambos casos la balanza se ha puesto a favor de AMD, con notables diferencias de rendimiento en sus tarjetas gráficas con respecto a las equivalentes de Nvidia.

Para echar sal a la herida ha bastado con un problema en la instalación de los controladores GeForce para los nuevos juegos de la semana, que ha causado cierto revuelo. Afectaba a los usuarios con múltiples monitores instalados, provocando pantallazos azules y problemas gráficos, pero que se podían solucionar arrancando en el modo seguro de Windows y desinstalándolos, entre otras soluciones. Pero sobre todo, ninguna tarjeta gráfica murió al instalar los controladores que supuestamente solucionaban este fallo, antes de la llegada de los certificados por Microsoft (WHQL).

Algo más interesante es la llegada de los drivers Radeon Software Crimson 16.3 que activa el uso de gráficas externas por Thunderbolt 3. Nvidia añadió este soporte en enero para sus tarjetas, aunque AMD se ha sacado de la manga una especificación llamada eGFX, y le ha dado un nombre a la solución para sus tarjetas: XConnect.

En situaciones como estas que haya un estándar en realidad da un poco igual, puesto que en este sector solo hay otra forma posible de usar las Thunderbolt 3 y es la de Nvidia. No hay más fabricantes de tarjetas para juegos. No se puede ver como algo positivo ese estándar de AMD, pero tampoco como algo negativo. Ahora mismo las cajas Thunderbolt 3 como la Razer Core sirven tanto para las gráficas AMD como Nvidia, por lo que el anuncio es más bien un golpe de efecto por parte de AMD. Pero quién sabe, igual sirve para que las consolas del futuro permitan usar gráficas externas como método de actualización.

Por último, y si os interesa y no lo habéis visto todavía, esta semana ha habido nuevo tráiler de Capitán América: Guerra Civil. Uno en el que aparece por primera un Spiderman, aunque hay que tener en cuenta que es un adolescente de quince años, con lo que ello conllevará en la película (y que Tom Holland fue el actor elegido para interpretarlo).

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