Cuando las compañías comenzaron a hablar de pantallas flexibles, me imaginaba que se referían a algo muy distinto a lo que ha terminado siendo común: los bordes redondeados de la pantalla de los Galaxy Edge. Sin embargo, algunas compañías siguen confiando en esta tecnología con grandes inversiones como la que acaba de realizar LG.

La división de pantallas de LG ha invertido 1.700 millones de dólares para crear una línea de producción de pantallas OLED flexibles para teléfonos, que se situará en la fábrica que anunció en noviembre que estaba construyendo.

Ambas inversiones, la de la nueva línea de pantallas curvas y la de la creación de la fábrica, han sido relacionadas con un posible acuerdo con Apple para ser el proveedor de pantallas de un posible iPhone de pantalla curva. Los analistas indican que es extraño un desembolso tan grande de dinero sin un motivo aparente o algún plan para recuperar la inversión. Habrá que esperar a los próximos movimientos de Apple y LG para confirmarlo.

Vía: The Verge.