El problema de demandas que se le viene a Samsung encima es enorme. En los EE. UU. ya ha habido más de 70 casos de Galaxy Note7 explosivos, y en Corea del Sur y otros países ha tenido que comprar anuncios en la primera página de los periódicos más importantes para poner en conocimiento de la gente que es prioritario que devuelvan sus Galaxy Note7 para evitar fatalidades.
Pero todavía quedan muchos que no se han enterado de que su Note7 tiene problemas de sobrecalentamiento al ser cargados, que puede llevar a la combustión de la batería y a provocar incendios o daños personales. Por ello Samsung distribuirá a partir del día 20 una actualización que limitará por firmware el nivel de carga de la batería al 60 %.
Samsung también está teniendo problemas para cumplir con los plazos de entrega de los teléfonos de sustitución, por lo que se le viene encima un problema de imagen hacia sus fieles seguidores aún mayor. Una lástima ahora que empezaba a levantar cabeza la compañía en el sector de los teléfonos, que va a empañar su imagen en años venideros.
Vía: Ars Technica.