Microsoft siempre ha intentado meter por defecto distinto software especializado de serie con Windows, y si bien es algo que parece lógico y normal, depende de cómo se lleve a cabo puede afectar negativamente a programas similares de la competencia. Es lo que asegura Kaspersky de Windows Defender, el antivirus de Microsoft, puesto que además estaría creando obstáculos para que funcionen correctamente los antivirus de terceros.
El comportamiento anticompetitivo se daría en Windows 10 ya que, al realizar la actualización desde versiones anteriores así como al instalar la actualización aniversario, se desinstala automáticamente los antivirus de terceros ya que Windows Defender los considera software problemático para la actualización al estar desactualizados. La notificación de que se han eliminado los antivirus y otros programas no compatibles con la versión que se está instalando de Windows 10 se realiza después de realizar la instalación.
Kaspersky ha realizado las denuncias en las agencias de Competencia de la Unión Europea y Rusia por este motivo. Kaspersky quiere que se realice la notificación antes de realizar la actualización, además de que Windows muestre varias opciones de antivirus de terceros para descargar después de que se complete la instalación.
Por último, si se tiene funcionando un antivirus que no es Defender y se instala una prueba de un segundo antivirus, al expirar por ejemplo el periodo de prueba se activa automáticamente Defender en vez de el antivirus que estaba instalado en primer lugar. Kapersky también quiere que Microsoft pregunte qué es lo que quiere hacer el usuario cuando ocurre este tipo de situaciones.