Si los rumores se convierten en realidad, Apple va a crear una pequeña revolución en la forma de fabricar teléfonos. La compañía podría presentar un teléfono con marcos mínimos en los cuatro laterales, similar al Galaxy S8 o el G6, pero con importante diferencia de que incluiría el lector de huellas en la propia, y la cámara de fotos frontal iría por detrás de ella. Pero tanta tecnología podría retrasar la puesta a la venta del iPhone 8.
La pantalla OLED que incluiría estaría teniendo bajos rendimientos de producción, lo que llevaría la fecha de venta más allá de octubre. Tanto el periódico japonés Nikkei como el fiable analista Ming-Chi Kuo de KGI han apuntado a lo mismo. El proveedor de las pantallas OLED sería Samsung, que no estaría muy acertada en la producción de lo que Apple necesita, que comenzaría a partir de finales de junio.
Apple también tendría problemas en el suministro del componente de carga inalámbrica del iPhone, que contaría con parte trasera de cristal, así como en la producción de la más pequeña placa impresa que incluirá. Estos rumores o predicciones apuntan a que cabe la posibilidad de que el iPhone 8 sea anunciado en septiembre pero no sea puesto a la venta hasta final de año. Aunque hay quien dice que andará sobre los 1000 dólares, otros apuntan a que tendrá el precio habitual.
Vía: Ubergizmo.