Uno de los problemas que ha tenido la conexión Thunderbolt desde que Intel la introdujera en 2011 es que se trata de una tecnología propietaria. Eso implica que para crear dispositivos que funcionen con Thunderbolt hay que pagarle una serie de royalties a la compañía, y además integrar un chip en las placas base para poder manejarlo.
Intel va a dar por fin el paso de abaratar el uso de Thunderbolt 3 con dos medidas muy claras. La primera es la integración del controlador Thunderbolt 3 directamente en sus procesadores, algo que ocurrirá en los modelos que lleguen en 2018. Es un estándar que permite velocidades de transferencia de hasta 40 Gbps frente a los 10 Gbps de USB 3.1 Gen. 2 —con el cual es compatible—, por lo que es una mejora sustancial de velocidad, y que además habilita el uso de gráficas externas.
Al utilizar el conector USB tipo C, también se puede suministrar energía a un equipo y usarlo como salida de vídeo DisplayPort, por lo que Intel lo ve como la conexión del futuro cercano. Para conseguirlo, el otro paso que va a dar es abrir la especificación Thunderbolt y dejar de cobrar royalties por su uso. Apple, con quien ha desarrollado y evolucionado esta tecnología, se ha mostrado contento con la decisión de Intel.
Vía: The Tech Report.