Volvo dio ayer los primeros pasos para ir más allá de los coches con motor de combustión, y ahora Francia quiere establecer el fin de las ventas de estos vehículos. El ministro de Medioambiente francés, Nicolas Hulot, ha indicado que será a partir de 2040 cuando se tendrán que vender únicamente vehículos eléctricos en el país, aunque es la punta del iceberg en la batería de medidas para una Francia verde.
De momento no está claro cómo lo conseguirán exactamente, aunque casi 23 años por delante para decidirlo. El ministro baraja una serie de medidas entre las que se incluyen incentivos fiscales para fomentar la venta de vehículos híbridos y eléctricos, y mayores impuestos a los vehículos antiguos y más contaminantes.
Además, el país galo está preparando una serie de impuestos adicionales a las emisiones de dióxido de carbono de la industria, el fin a las licencias de prospección en busca de petróleo, y mayores incentivos para la creación de nuevas plantas de energías renovables.
Fuente: Financial Times. Vía: TechCrunch.