Análisis: Ekho H30 de Ozone

La marca española Ozone se centra en periféricos de coste comedido aportando un equilibrio de características. En el terreno de los auriculares, el modelo Ekho H30 de 39.95 euros es un modelo que integra un diseño que califican de «cómodo» con una buena calidad de sonido y un micrófono que acompaña bien al producto.

Características y desembalado

Siendo unos auriculares orientados a un sector económico, el embalado es más que adecuado para el producto. Lo presentan en una bandeja de plástico, acompañado del micrófono moldeable en una bolsita por separado y que se conecta a una entrada de 3.5 mm. En otra bolsa se incluye un convertidor de la conexión de cuatro polos que usa los auriculares a dos de tres polos de micrófono y auriculares para maximizar su compatibilidad de uso.

El cable de 1.1 m tiene integrado un voluminoso controlador de volumen y silenciador del micrófono. Los cables están forrados de tela trenzada, dando buena sensación de calidad. Los auriculares en sí están hechos con copas de plástico y almohadillas de buen grosor, con algunos remates en rojo. Los transductores son de 40 mm, que es un estándar para los modelos circumaurales, y en este caso son también cerrados, aportando cierto grado de aislamiento del ruido, aunque sea mínimo.

Tienen una respuesta en frecuencia entre los 20 Hz y los 20 000 Hz, con una impedancia de 32 Ω, una sensibilidad de 92 dB, y una potencia máxima de entrada de 100 mW. El micrófono tiene una impedancia de 2200 Ω, con una respuesta en frecuencia entre los 50 y 10 000 Hz, y una sensibilidad de –58 dB. El micrófono, y los auriculares en sí, se pueden utilizarse tanto en PlayStation 4 como en Xbox One, además de dispositivos móviles y en los PC.

Confort y uso

Ozone promete una gran comodidad en el uso de los Ekho H30, y esa comodidad reside en el uso de una poca habitual diadema suspensoria y una estructura de aluminio que une los dos auriculares. Por tanto, para sujetar los auriculares se centra sobre todo en un efecto pinza de los dos auriculares, aunque sin ejercer excesiva fuerza. En un uso prolongado de varias horas es mucho más probable que moleste los laterales de la cabeza que la zona donde se apoye la diadema suspensoria, la cual en realidad está casi de adorno a la hora de sujetar los auriculares.

Se echa en falta que los auriculares se pudieran girar para ajustarlos más a la cabeza de cada usuario, ya que en ese terreno no hay posibilidad de ajuste. El tema de la comodidad es algo bastante subjetivo, y puede ocurrir con auriculares caros y cómodos que un usuario los encuentre ultracómodos y otro que no los soporte ni cinco minutos. En este caso, los Ekho H30 seguramente no sean ultracómodos, pero se pueden llevar durante varias horas sin que sea un problema o llegue a doler la cabeza como ocurre con otros más baratos y con diseño menos cuidado.

En el apartado del sonido, como suele ser habitual en los productos para jugar, mejora los graves pero se carga una buena parte de los agudos. Los que quieran utilizarlos para escuchar música tendrán que recurrir a ecualizar el sonido, que de todas formas es lo habitual en los auriculares para jugones. Aun así, el sonido es bastante claro, pese a esa ligera pérdida de nitidez. Distorsionan un poco al subir mucho el volumen, pero realmente no debería ser un problema ya que nadie debería ponerse los auriculares al volumen en el que empiezan a distorsionar.

El micrófono cumple bien con su función, aunque no tiene capacidades especiales que mejoren el sonido, permitiendo que se escuche bien al portador en un entorno de ruido ambiente normal. En general, los Ekho H30 son unos auriculares no demasiado caros, que actualmente cuestan unos 35 euros y son una opción de compra interesante para los que no se quieran gastar mucho en un modelo con micrófono.

Puntuación