Una extraña colaboración entre Intel y AMD ha traído al mercado la serie de procesadores Kaby Lake G que integran 4 GB de HBM2 y un chip gráfico dedicado Radeon Vega en el mismo empaquetado. La potencia es excepcional, y muy orientado a las necesidades de los mini-PC y los todos en uno como los iMac. Pero AMD también estaría trabajando en algo similar, a juzgar por los últimos rumores procedentes de 3DMark.
Hay una nueva entrada en el que se puede ver un chip con una unidad central de procesamiento tipo Ryzen de cuatro núcleos físicos con multihilo funcionando a 3 GHz, pero también 2 GB de HBM2 a 2.4 GHz, y una unidad gráfica dedicada de tipo Vega. Ese chip estaría compuesto por 28 unidades de cómputo (CU), frente a las 24 CU que incluye el chip RX Vega M GH del Core i7-8809G.
Aunque no se indica la frecuencia base y turbo, es básicamente la mitad de la potencia de la RX Vega 56 (56 CU), por lo que no hay mucho misterio ni tengo muchas dudas sobre la potencia que tendría: en torno a un 10 a 20 % por debajo de la RX 570, o un 15 a 20 % por encima de la RX Vega M GH —que es lo que queda recogido en las pruebas—. Dicho de otro modo, entre la potencia de una GTX 1050 Ti y una RX 570. Para ser un chip gráfico dedicado dentro de un procesador, no estaría nada mal.
Suelo leer muchos comentarios de que los chips Vega consumen mucho, pero eso es teniendo en cuenta solo los chips usados en las gráficas dedicada RX Vega 56 y Vega 65. Luego hay chips cribados para elegir los que tienen menor consumo, y reduciendo frecuencias se puede conseguir que no se calienten en exceso y tengan un consumo bastante bueno —ahí están los Radeon Pro Vega del iMac Pro—. Por tanto, es factible este tipo de procesador. El 8809G con GPU de 24 CU tiene un TDP de 100 W, por lo que este sería solo un poco mayor, quizás 110 o 120 W.
Por supuesto, esto son rumores, y están enlazados con la aparición el año pasado de un chip llamado Fenghuang 15FF, que es el que aparece en 3DMark. En este caso, el posible limitador sería el Ryzen utilizado salvo que tuviera una frecuencia turbo —y mantenible— sobre los 3.5 a 3.7 GHz para evitar que en ciertos juegos no pudiera aprovechar del todo la potencia gráfica de una RX Vega 28. Quizás en la conferencia de AMD el 6 de junio en el Computex pueda traer este procesador como una más que agradable sorpresa.
Vía: WCCFTech.