Apple presentó la semana pasada la esperada renovación del MacBook Pro, que se centra básicamente en añadir los procesadores Core de 8.ª generación para portátiles. Llega hasta el Core i9-8950HK, que es un equivalente cercano en potencia al Core i7-8700 de sobremesa, por lo que de potencia no andan mal. Los de 13 pulgadas, como el analizado por iFixit, también han experimentado un empujón de rendimiento al incluir procesadores de cuatro núcleos físicos en vez de dos.
Los chicos de esta web de guías para reparar productos electrónicos por uno mismo no ha visto casi cambios en la composición interna del portátil. Ahora cuenta con una batería de 58 Wh en vez de 49.2 Wh, por lo que es un cambio positivo para los que usen mucho el equipo, si bien parte de esa mejora la absorberá la mayor potencia —y consumo— del procesador. Los altavoces también aumentan de tamaño, siendo ahora rectangulares en vez de circulares.
El chip T2 que actúa de elemento seguro para cuestiones como el lector de huellas dactilares está acompañado de 1 GB de memoria LPDDR4 fabricada por Micron. La unidad de estado sólido no existe en realidad, y en su lugar los chips de memoria NAND fabricados por Toshiba están soldados directamente a la placa base. Ocurre lo mismo con los 8 GB de memoria LPDDR3 a 2133 MHz que incluye el equipo. El equipo incluye diversos chips de comunicaciones y audio, e incluso un chip NFC de NXP.
Los interruptores del teclado han cambiado ligeramente para hacer un sonido menos claqueteante, con una funda de silicona para evitar que les entre polvo y se bloquee el mecanismo de actuación tipo mariposa. Por lo demás, iFixit le otorga una nota de reparabilidad de 1 sobre 10. Dicho de otro modo, si se te rompe algo, tendrás que pasar por la tienda de Apple más cercana.