El sector del almacenamiento está pasando por un año bastante interesante para los que quieran dejar atrás los discos duros ya que meses de bajada de precio de las unidades de estado sólido (SSD) están repercutiendo en las ventas de discos duros. Ahora mismo debería ser impensable comprar un nuevo equipo sin una SSD de al menos 256 GB para instalar el sistema operativo y aplicaciones habituales porque la diferencia de fluidez y rendimiento de los equipos es más que notable.
Por ello las ventas de discos duros han descendido en el primer trimestre del año un 12 % respecto al trimestre anterior, situándose en los 25 millones de unidades vendidas, si bien el descenso interanual es del 18 %. El más afectado ha sido Western Digital, que ya está dando pasos para abandonar el sector y centrarse en las SSD, con una caída interanual del 26 %. Seagate ha perdido un 14 % de ventas respecto al mismo periodo del año pasado, y Toshiba un 11 %.
Los discos duros por ahora siguen manteniendo un coste por giga bastante mejor, en torno a los 2 a 2.5 cts./GB, frente a los 11 a 12 cts./GB de las SSD más baratas. Pero las SSD siguen bajando rápidamente de precio, y durante este trimestre y el que viene seguirán haciéndolo según los analistas.
Eso sí, los productores de memoria NAND han ido recortando desde el verano pasado la expansión de sus líneas de producción y han cancelado la creación de nuevas fábricas de memoria NAND debido a la espiral descendente de precios. Los discos duros siguen teniendo un uso importantísimo en centros de datos para almacenar datos en frío, los datos que no se acceden con frecuencia como los respaldos.
Vía: Guru3D.